Demoras en la adaptación normativa
Uno de los empresarios pioneros del país en la fabricación e impulso de camiones y buses propulsados a gas natural comprimido, Víctor Derlich, dialogó con surtidores.com.ar sobre sus expectativas de desarrollo del parque de rodados de gran porte a gas.
El presidente de ESIGAS S.A. empresa líder en conversión de autos, camiones y colectivos desde 1988, Victor Derlich, dialogó con surtidores.com.ar, sobre la demora en la adaptación normativa para la carga de vehículos pesados. “Los inconvenientes se dan a nivel nacional porque las unidades hoy son en su mayoría importadas, con componentes aprobados bajo normas europeas, las cuales deberían estar homologadas por los entes del Estado argentino, con el objetivo de que crezca la demanda y la conveniencia de los usuarios por este tipo de movilidad”, opinó.
Explicó que los más grandes obstáculos al crecimiento de esta opción económica y saludable al ambiente son dos: la adaptación de los picos de carga y la imposibilidad de reformar los camiones para instalarles una “mochila” extra que les otorgue mayor autonomía.
En relación a los picos, sostuvo que “se puede solucionar mientras tanto con el agregado de dos o tres válvulas de carga, como las que se colocan en los automóviles, con muy poco dinero, en lugares de la carrocería del camión o bus, que permitan un aprovechamiento de la superficie de la Estación de Servicio, sin interferir en el normal funcionamiento del establecimiento”.
Según Derlich, “si se adaptan tres picos comunes, el tiempo se reduce a menos de 15 minutos de carga, ya que al mismo momento se utilizan dos o tres surtidores”, hecho que lo consideró no como una solución total, sino como un paso previo al aprovechamiento de la unidad, hasta que se destrabe el problema normativo que impide a las estaciones de servicio modificar e instalar surtidores de alto caudal.
En segundo lugar, consideró que el otro inconveniente es más complicado de solucionar y es causal de un consumo menor en cuanto a cantidad de dinero, especialmente para los camiones que hacen recorridos largos.
“Si tomamos de ejemplo Mendoza y los viajes a Chile, calculamos que con una mochila de 10 tubos de 100 litros, divididos en dos filas, se puede ir y venir cargando solamente en Argentina donde el precio del m3 del GNC es la mitad del valor del chileno”, expresó el empresario.
Pero si bien reconoció que en algunos casos se hace la instalación, esta no es legalmente aceptada en nuestro país, con lo cual se generan muchos trámites y trabas que hacen que al final sea mucho más costoso invertir en este tipo de camiones para la flota de una empresa de carga.
Finalmente recalcó que “existe un gran potencial tanto para las automotrices como para las Estaciones de Servicio de GNC en relación a los vehículos pesados, pero es preciso adaptar la normativa y las homologaciones de las normas extranjeras a las locales”.
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