Proyecto de Ley de Comercialización
Lo expresó a través de su presidente en Argentina, el Ing. Juan José Aranguren, durante el congreso multisectorial, aunque dejó para más adelante la determinación del porcentaje. Considera necesario abastecer canales mayoristas específicos, pero admite la importancia para las estaciones de reanudar ventas a clientes de gran consumo.
Juan José Aranguren, el CEO de Shell en nuestro país, no da vueltas a la hora de mostrar el posicionamiento de la empresa que representa. El miércoles pasado, durante el encuentro que se realizó en el Centro Español, en Capital Federal, el directivo dejó entrever su opinión respecto de los artículos más importantes que proponen empleados y dueños de bocas de expendio en un proyecto de ley que busca regular el mercado de las naftas y gasoil.
En el inicio de su exposición, Aranguren saludó la apertura al diálogo: “Particularmente creo que es relevante que tengamos la oportunidad todos los actores de un determinado sector del mercado de poder debatir un proyecto de ley antes de que llegue al congreso. Porque es la única manera, creo yo, a partir de la posibilidad de que cada uno tenga, en la defensa del interés que representa, de poder transmitir su verdad relativa”.
“Cuando las reglas son claras y se cumplen normalmente la actividad se desarrolla en un marco de crecimiento”, sostiene el directivo. Sin dar nombres, indirectamente cuestionó a la administración nacional: “lo peor que puede pasar es que haya reglas y que no se cumplan. O que haya competencia desleal”, agregó.
A poco de comenzar su oratoria, Aranguren anticipó su interés de ir al grano: “respecto de los cinco o seis puntos que convocaron a esta reunión, quiero dar una posición inicial de la compañía que represento, para que sepan en donde estamos parados y cómo podemos nosotros prepararnos para ese debate. Siempre en el convencimiento de que estamos predispuestos a escuchar”, insistió.
Fue a partir de entonces, pasados recién los cinco minutos de su conferencia, cuando comenzó con las definiciones: “Con respecto a si el precio al público debe ser fijado por la estación de servicio, la respuesta es que estamos de acuerdo en que así sea”. En su opinión “cada cual tiene que hacerse responsable de la etapa en la cadena de comercialización en la que está operando”.
Para avanzar en otros aspectos centrales de la propuesta, Aranguren planteó primero demarcar conceptos: “creo que el anteproyecto de ley tiene que definir comercialización minorista, para definir por el contrario comercialización mayorista. Porque si bien coincido en que hay gran parte de la venta directa que ha sido extraída de las estaciones, existe también otro tipo de ventas, a industrias, a sectores más concentrados, ventas que sean con un paquete de asesoramiento, productos múltiples, incluyendo a los lubricantes, compañías de transporte que tienen su propio deposito, que requiere un adecuado balance de lo que es minorista y lo que es mayorista”.
“Hoy hay ventas que antes se hacían en las estaciones de servicio y ahora hacen las petroleras, y que creo que tendrían que cambiarse, pero también hay ventas que hacen las compañías petroleras, y que creo que no es conveniente, por definición, que las realicen las estaciones, por complicaciones logísticas e incapacidad de proveer el soporte adecuado, de aquel que está pidiendo ese requerimiento”, fundamentó.
No obstante, inmediatamente hizo un guiño a los operadores: “todas las estaciones de servicio tienen que tener derecho de transportar su combustible”. En consecuencia solicitó a la mesa dejar este punto en la orden del día para su posterior análisis. “Me parece que hay que analizar adecuadamente lo que se quiere proponer”, dijo.
Entrando en otra zona de importancia, el presidente de Shell señaló: “con respecto a que las compañías petroleras no pueden vender al público minorista, bueno, obviamente vamos a discutir el porcentaje”.
“Hoy existe una reglamentación que no se cumple, que es el Decreto 1060/2000, que impuso cambios en los contratos de suministro, que puso un tope del 40 por ciento, que desde mi punto de vista la consignación lo transgrede, porque es una manera indirecta de estar operando estaciones de servicio”, anticipó. “Creo que probablemente habrá que evaluar el máximo que puede operar una compañía petrolera”, reconoce.
Como cierre, antes de plantear su preocupación por la sancionada ley de abastecimiento en el congreso, Aranguren resumió: “como todo en la vida, el proyecto tiene para nosotros áreas de consenso y áreas de preocupación. A lo que Shell no se va a oponer, en la posibilidad de que podamos tener un debate que permita tener un sector que sea sostenible en el tiempo”.
“En el caso nuestro estamos convencidos de que no aplaudir en primera fila, cuando lo que se está diciendo no es lo que realmente conviene al sector, es la mejor manera de permanecer en el tiempo”, apuntó.
“Es por eso que reuniones como estas, que se pueden tener para decirnos las cosas de frente, antes de que se eleve un proyecto al congreso, es muy importante”, concluyó el ejecutivo.
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La posición de Juan José Aranguren, marca un hito en la relación petroleras con expendedores. Muestra una razonabilidad en sus comentarios, que aseguran un futuro promisorio en las relaciones del sector.