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La tarjeta de fidelización, que cuenta actualmente con más de 1.2 millones de clientes activos, es un componente de suma importancia en la propuesta de valor de la red de la petrolera con una altísima valoración por parte de los socios del programa
Hace 15 años YPF lanzaba ServiClub, el programa de fidelización que recompensa a sus clientes con puntos de regalos para canjearlos por maravillosos premios. Con una inversión de 10 millones de dólares, el plan que inicialmente emitió 600 mil tarjetas y entregó 450 mil productos en menos de cuatro años, alcanza actualmente los 1.2 millones de afiliados activos que operan regularmente con el sistema.
El éxito alcanzado por ServiClub se ha transformado en un componente muy importante en la propuesta de valor de la red de estaciones de servicio YPF al punto que compite con la calidad y el precio de los combustibles como motivo de elección de la marca.
El sistema cuenta con una altísima valoración por parte de los socios del programa, opinan desde la compañía. Tal es su superación que lejos de estancarse continúa su crecimiento mes a mes y además está en pleno proceso de renovación tecnológica para que su utilización sea más rápida y cómoda.
Una de las razones fundamentales que explican su auge son los premios, pensados para toda la familia, los que se pueden canjear a través de las estaciones de servicios, o en el Centro de Canje (en Unicenter Shopping), o más cómodo todavía solicitarlo a través del Portal YPF ServiClub y recibirlo donde el usuario lo indique.
Entre las petroleras solo Petrobrás cuenta actualmente con una iniciativa similar denominada Premmia, aunque focalizada en la ciudad de Rosario. El objetivo es crecer en la fidelización de sus clientes, identificar y conocer sus preferencias de compra y potenciar las propuestas destinadas a ese público. Hace algunos años Shell contaba con una tarjeta de beneficios denominada Travelpass aunque dejó de funcionar en el 2006.
Para las estaciones de servicio el mecanismo de fidelización funciona como un amortiguador de los vaivenes de la coyuntura. Muchos expendedores apelan a este sistema para cautivar clientes y retenerlos evitando su migración a los comercios de la competencia. Existen varios dispositivos en el mercado que consisten en tarjetas que capturan los datos del surtidor de forma automática y a la vez suma puntos que posteriormente, y a decisión del titular del comercio, se canjean por premios. El secreto es la acumulación que se logra únicamente volviendo a cargar. Además cuanto más tentadora sea la recompensa más puntos se deberán conseguir y por ende más cargas.
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