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Bajo el nuevo esquema tarifario, en Capital Federal un local que gasta 2.500 pesos mensuales por el servicio pasará a pagar 8.000, lo que representa un aumento de más del 220 por ciento. Con esta nueva estructura de costos, los expendedores no descartan suspensiones y despidos de personal, considerando las dificultades que atraviesan para trasladar las subas al público
Cuando parecía que de a poco reflotaban los servicios adicionales en las bocas de expendio el Gobierno liquidó una de las variantes que colaboraba en el aporte de mayores ingresos a la actividad: se trata de los lavaderos de vehículos instalados en las playas de carga, que a partir de la reducción de las subvenciones tendrán que pagar el principal insumo, el agua, hasta cuatro veces más que antes.
Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco (Cecach) asegura que “esta medida tiene un impacto directo sobre la rentabilidad de las estaciones de servicio”. Hace referencia a otros egresos que también fueron afectados, como el gas en boca de pozo, utilizado para procesar GNC, que creció un 48 por ciento, al pasar de 45,49 centavos por metro cúbico a 73, 24.
Respecto de los lavaderos, De Paoli explica que será complicado elevar el costo del servicio debido a la competencia desleal que se genera con puestos que no están registrados – y que por lo tanto no pagan impuestos – y ofrecen valores más bajos. “Sin subsidio en Chaco el lavado en las estaciones se cobra en promedio 70 pesos; tendría que irse a más de 100 con el ajuste”, estimó.
Sin embargo, en el contexto que atraviesa el sector aclaró que “probablemente caiga el nivel de actividad”, lo que llevaría a muchos operadores a replantearse qué hacer con el espacio adjudicado a este nicho de bajo margen. Se suma que los empleados de esta área actualizarán el convenio colectivo de trabajo en la misma proporción que otros cargos.
La situación se agrava en los comercios que no pertenecen a la red de YPF. Con los aumentos que aplicaron las petroleras a los combustibles líquidos, superiores al 20 por ciento en apenas un trimestre, las ventas cayeron a un ritmo del 30 por ciento, por los bajos precios de la estatal.
Por otra parte, los servicios adicionales – los centros de lubricación, cajeros automáticos, gomerías, entre otros – cumplen la función de cautivar clientes. Los establecimientos que potencian estos recursos está demostrado que incrementan los despachos de naftas y gasoil. Las marcas que planifican inversiones en el segmento de comercialización tienen muy en cuenta estos rubros para elaborar estrategias de marketing.
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