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¿Cuáles medidas se pueden tomar para recomponer la rentabilidad? Las ventas cayeron entre un 20 y 25 por ciento, afectando no sólo al gasoil, como ocurría años anteriores, sino también a las naftas. Las gestiones ante autoridades y petroleras.
Los 16 miembros que componen la Comisión Directiva de la Federación de Expendedores de Combustibles (FEC) se reúnen todos los lunes a las 21 horas en la sede que la entidad dispone en La Plata. Esta semana se realizó un nuevo encuentro, en el que se analizaron las principales preocupaciones de la actividad.
Según informa Juan Carlos Basílico, el presidente de FEC, el tema que domina la agenda tiene que ver con la estrategia para conseguir que aumente la rentabilidad de los operadores, en un contexto de ajuste y contracción del mercado. “Entre el aumento de la luz, el gas y los impuestos, se está tornando difícil mantener el negocio”, expresó.
Días atrás, los empresarios enviaron una carta al presidente Mauricio Macri, para que esté al tanto de la situación que atraviesa la actividad, pero hasta el momento, no hubo respuestas, tampoco del Ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren.
“Estaciones que hace 30 años eran un gran negocio hoy son un esqueleto vacío”, expresó Basílico para graficar el panorama. Cayó el volumen que se despacha, al tiempo que crece la carga tributaria, laboral y los costos operativos. “No sé qué vamos a hacer cuando lleguen las nuevas facturas de la energía eléctrica”, dijo con cierto atisbo de desesperación.
En este escenario, la Comisión Directiva insistirá ante las compañías petroleras para “pedir audiencias y solicitar mayor utilidad al expendedor”. Las alternativas se analizarían en conjunto con los directivos del área comercial, ya que hay particularidades de cada bandera por estudiar.
“Hay locales que se encuentran en una situación muy grave”, advierte Basílico. Así resulta de la recorrida habitual que hace un delegado de FEC encargado de visitar a los asociados del interior de la extensa Provincia de Buenos Aires.
No obstante, todavía es optimista: “Tenemos fe que en el segundo semestre pueda mejorar; este es un tren que tenemos que subirnos las petroleras, nosotros y el sindicato, para salvar las fuentes de trabajo”, concluyó.
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