Segundo capítulo de la saga “proyecto de comercialización de los combustibles”

Hizo falta mucho tiempo para que dueños y empleados de bocas de expendio puedan reunirse con las compañías petroleras para evaluar un marco regulatorio. Sin dudas, fue el hecho más trascendente de 2014, por el grado de consenso alcanzado y por las expectativas que despertó, de ahí que se presenta como protagonista para esta nueva etapa, que es la de explicar a la sociedad (a través de sus representantes, los diputados y senadores) sus fundamentos.

Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) anticipa que en la reunión de comisión directiva del próximo 18 de diciembre, en Capital Federal, “seguramente vamos a elaborar alguna estrategia respecto del tema de la ley”.

“Hemos tenido contactos informales con legisladores”, aclara. Pero las cartas recién se van a conocer entrando a marzo de 2015, cuando el congreso comienza las sesiones legislativas. Como positivo y negativo, se tratará de un año electoral, lo que hace más “dóciles” a los diputados, pero a la vez complica el tratamiento de los proyectos por las campañas.

A modo de balance de lo que fue la conformación de la multisectorial, Díaz subrayó que “generó más expectativas de la que habíamos esperado”. El directivo precisó que años anteriores se hizo y no tuvo respuestas. “Esta vez se organizó en forma contundente; hubo gran participación de las petroleras, hasta de YPF, que si bien no concurrió a las reuniones, manifestó su negativa al proyecto”, ironizó.

A favor, parcialmente de acuerdo, o en contra, todos los actores se involucraron con esta iniciativa consensuada que ya en los próximos meses dejará de ser propia para ser impulsada por alguna de las fuerzas políticas. “Yo creo que los legisladores van a estar más predispuestos sobre el tema. Vamos a ver como se perfila”, plantea el presidente de CECHA.

Los empresarios y dirigentes saben que atraviesan recién por la segunda etapa, igual de importante que la primera (conciliar la redacción del texto en el sector) y las próximas: aprobación del proyecto en ambas cámaras, y en caso de resultar con éxito, su instrumentación real en el mercado. Es todo un proceso, que no puede fallar en ninguna de sus partes.