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Es la estrategia de las empresas para no seguir perdiendo en ventas, ante un contexto de abastecimiento pleno. Esta relación de costos entre las compañías se replica en todo el país, siendo más acentuado en los productos tradicionales como la nafta súper y el gasoil.
La última regulación de precios que estableció la Secretaría de Comercio Interior data de 2013, cuando regía el tope máximo por región. El Gobierno buscaba en ese entonces que YPF pueda aumentar, y en consecuencia, ganar en rentabilidad para destinar recursos a Vaca Muerta, tratando que el resto de las marcas no se disparen, aunque sin demasiado éxito, ya que la brecha se mantuvo.
No obstante las pizarras se nivelaron indirectamente por la retracción de las ventas de combustibles al público, según opina Mario Amado, presidente de la Cámara de Expendedores de Entre Ríos. “De lunes a viernes se despacha mucho menos; hay algo de movimiento recién los fines de semana”, indica el empresario quien estima una caída aproximada del 20 por ciento.
En Neuquén, de acuerdo a datos de la entidad que representa a las estaciones de servicio (CECNERN), YPF y Petrobras, ofrecen la nafta súper al mismo precio: 12,43 pesos el litro. Shell se posiciona a 41 centavos más arriba, a 12.83 pesos. Cargar el tanque en una u otra bandera cuesta aproximadamente 20 pesos más.
Con respecto a AXION energy, en general se mantiene cerca de YPF, (en las principales localidades tan solo 10 centavos). Esta política que viene instrumentando desde hace tiempo le ha permitido a la petrolera -según datos de la Secretaría de Energía- alcanzar en julio el segundo lugar en ventas superando a Shell.
Otra de las consecuencias de la contracción del mercado se origina en la demanda de la nafta ultra. En todas las compañías existe un peso de diferencia en relación a la nafta súper: en las bocas de Shell en Neuquén es donde más se nota: 1,38 pesos.
Con este esquema, en un escenario de freno de la economía y pérdida del poder adquisitivo por efecto de la inflación, suena lógico que los consumidores se vuelcan hacia las variedades de menor precio. Es la tendencia que reflejan los números de la cartera energética y que los expertos analizan de cara al futuro.
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