Diversos analistas en materia de seguridad e higiene que asesoran tanto al Sindicato como a las Federaciones y Cámaras empresarias refrescaron algunos conceptos y coincidieron en diálogo con surtidores.com.ar sobre la precaución y el cuidado en las acciones cotidianas, no solamente del personal de trabajo, sino también, de los clientes y usuarios.

Lo  primero que recomiendan, puede sonar “obvio”, pero recuerdan apagar el motor del vehículo mientras se carga el combustible y asegurarse que todas las llaves están fuera del alcance de ignición.

“Estos descuidos ocurren con mayor asiduidad que en otras épocas, porque los motores modernos son mucho más silenciosos que los antiguos y no siempre el dueño se percata de haberlo apagado”, coincidieron.

Pero además, es preciso que la llave permanezca en poder del conductor, para que de esta manera se asegure de que nadie podrá encender el auto accidentalmente, mientras permanece conectado a la manguera del surtidor.

Por otra parte es fundamental apagar las luces del vehículo, como medida de seguridad para evitar chispazos. “Si una luz explosiona y cae al suelo encontrando restos de combustibles puede prender y provocar un incendio”, agregaron.

Por supuesto que no se puede fumar ni activar ningún fuego, ni dentro ni fuera del coche, como tampoco usar un encendedor o cerillas, porque existe mucho riesgo inflamable ya que si hubiese contacto directo con restos de combustible éste podría prender rápidamente.

Aunque a veces se recomienda que los menores desciendan de la unidad al momento del abastecimiento, en algunos casos es preferible según las teorías que esperen dentro del vehículo y prevenir así posibles accidentes, como también, no aspirar los gases emanados de la carga.

Pero contrariamente a ello, en caso de estar afuera del habitáculo, es recomendable no ingresar al interior mientras llena el tanque de combustible, porque podría existir una pequeña cantidad de electricidad estática que puede acumularse y provocar una chispa en contacto con el metal, lo que podría desencadenar un incendio cuando se mezcla con los vapores de la nafta.

Finalmente, al playero se le pide que no llenen en exceso el depósito, para que no derramen restos de combustible en el coche o en el suelo de la Estación de Servicio. Lo ideal es dejar un 5 por ciento de margen antes de que se llene del todo.