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El empleado de la estación de servicio YPF ubicada en City Bell que evitó un robo al rociar con nafta a un delincuente que lo amenazó con un revólver y le exigió la recaudación expresó sus emociones frente a las cámaras. “En ese momento se me pasó la vida por delante”, confesó.
El pasado sábado un joven en bicicleta se acercó hasta los surtidores de la YPF ubicada en Camino Centenario y Güemes, en City Bell. Con un revólver que ocultaba en el canasto intimidó a uno de los playeros, a quien le pidió la recaudación. El empleado tomó la manguera de uno de los surtidores y apuntó contra el delincuente, al que empapó con nafta.
Ante la reacción del playero, el ladrón intentó dispararle pero, aunque gatilló en dos oportunidades, el disparo no salió. Dos empleados de la estación de servicio y un cliente se tiraron encima del asaltante, que quedó reducido hasta que llegó la policía y se lo llevó detenido.
“Me gatilló dos veces, mi reacción fue instintiva”, afirmó consternado el trabajador. “Me salió de adentro, del alma”, se sinceró ante la consulta de la prensa.
“Me sorprendió cuando el cliente me habla, apareció de la nada”, relató. “Me quiso manotear la billetera y como yo me resistí, me gatilló dos veces, me quiso matar”, no dudó el operario. “En ese momento se me pasó la vida por delante”, confesó.
Al querer escapar “se le tiraron encima al asaltante dos compañeros y un cliente y entre los tres lo redujeron hasta que llegó la policía”, agregó el playero.
El empleado recordó un singular y reciente episodio con dos motochorros. “Fue hace unas tres semanas, cuando vinieron a la madrugada dos jóvenes en moto y pidieron la plata. Cuando les dijo que sólo tenía el cambio, le devolvieron la billetera con los pocos pesos que tenía y se fueron”.
Toda las secuencia del hecho quedó registrada por las cámaras de seguridad de la YPF, que ya sufrió numerosos asaltos, según relataron los trabajadores.
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