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La profesionalización de la actividad impulsa a los prestadores de servicios a optimizar costos, modernizar infraestructura y ofrecer soluciones más eficientes.
El negocio de las Estaciones de Servicio se encuentra en un momento clave, con señales de crecimiento, nuevos jugadores y una mayor exigencia en la toma de decisiones. El sector está experimentando un fuerte movimiento, impulsado por la estrategia de las petroleras de ampliar sus redes y asegurar puntos de venta estratégicos.
“Estamos viendo muchos cambios de bandera y nuevas aperturas, lo que genera un mercado en constante movimiento y con demanda creciente de proveedores calificados”, explica Yanina Paola Mazza, socia gerente de Servi-Maz, en diálogo con surtidores.com.ar.
A esto se suma una mayor competencia entre los empresarios del sector, que enfrentan el desafío de sostener su rentabilidad en un contexto de optimización de costos.

La clave para 2025 estará en la capacidad de cada estación para diferenciarse en términos de servicio, infraestructura y eficiencia operativa.
En este escenario, las decisiones de inversión están cada vez más enfocadas en mejoras estratégicas, como la actualización de tanques de almacenamiento, pavimentación, mantenimiento de surtidores y optimización de las áreas de carga.
Uno de los cambios más recientes en este sentido es la incorporación de islas de acero inoxidable con punteras que incluyen canteros, una innovación que se está implementando en las bocas de expendio de YPF.
Según expresó la socia gerente de Servi-Maz, este diseño comenzó a utilizarse hace aproximadamente dos años y responde tanto a criterios estéticos como funcionales, ya que garantiza mayor resistencia y evita el deterioro por el uso continuo, además de brindar una imagen más moderna y prolija a la estación.
También incorporan defensas de hormigón armado, lo que incrementa la seguridad de la estructura y la protección de los surtidores. Estos cambios forman parte de un proceso de actualización constante dentro del sector, donde las petroleras revisan y modifican periódicamente sus estándares de diseño para mejorar la experiencia del cliente y extender la vida útil de sus instalaciones.
“El estacionero recorta, analiza y compara opciones antes de tomar decisiones. Ya no se queda con la primera oferta, sino que busca alternativas que le permitan optimizar costos sin resignar calidad”, destaca Mazza y enfatiza: “nunca tuvimos tantas solicitudes de presupuestos como en este inicio de año, lo que habla de un alto interés del sector en invertir en grandes obras”.

En este contexto, Servi-Maz ha desarrollado una serie de estrategias. Una de ellas es la integración de maquinarias y herramientas propias, lo que permite reducir costos operativos y mejorar los tiempos de ejecución de obras.
Además, la empresa ha comenzado a fabricar su propia línea de piezas y accesorios, con el objetivo de ofrecer productos de calidad a precios más competitivos.
“No es lo mismo salir al mercado con materiales comprados a terceros que con productos de fabricación propia. Esto nos permite garantizar el equipamiento y mejorar la rentabilidad de cada obra”, concluyó la ejecutiva.
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