En los últimos días, con la disparada de la divisa norteamericana, el aluvión de turistas y personas provenientes de Uruguay, Paraguay y Brasil no solamente se hizo sentir en los centros comerciales del centro porteño y ciudades como Mar del Plata, Bariloche, Córdoba y Mendoza. También las Estaciones de Servicio de las localidades cercanas a las fronteras situadas en Misiones, Entre Ríos y Formosa, entre otras provincias, se vieron superadas en muchas ocasiones por la demanda de automóviles con patente extranjera.

Como sucede con los demás productos argentinos, la nafta y el gasoil no son la excepción para quienes ingresan al país con billetes verdes contantes y sonantes. En esa coyuntura, el dirigente expendedor y referente de Chubut, Osvaldo Lewis propuso cobrar en dólares la carga de combustibles a los consumidores extranjeros.

En diálogo con surtidores.com.ar, admitió que esto puede generar polémicas y diferencias entre los colegas, pero consideró que “si se ponen de acuerdo las bocas de expendio, se puede cobrar el combustible al cambio oficial”.

Adelantó que esta operatoria les daría una rentabilidad extra y seguiría siendo ventajoso para los clientes que vienen de otros países.

La hipótesis surge en el rubro en función de que en estaciones de frontera ya se ponen surtidores con precio diferencial para extranjeros, lo que deja la puerta abierta a poder pedir el pago en dólares, ya sea en efectivo o con tarjeta.

En este contexto, Lewis admitió que para el caso de las tarjetas seguramente debería implementarse un esquema más complejo que para el efectivo, pero aseguró que estas operaciones no serían ilegales.

Expresó que es público y notorio que en los hoteles se cobra en dólares y que por ejemplo, en los negocios de la calle Florida en Buenos Aires, que se dedican al turismo también venden la mercadería en dólares, a la vez que acuerdan un tipo de cambio directamente con el cliente en el momento de hacer la compra.

Vale destacar que a esta nueva forma de comercio que se lleva adelante en los centros turísticos, se lo llama en la jerga “dólar tienda“, por lo cual, el comerciante se hace de los preciados billetes y el turista gana en la cantidad y calidad de mercadería  que compra.