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La propuesta de la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad busca anticipar cambios en la demanda y en los usos sociales mediante la colaboración entre ambos sectores en ciudades pequeñas y medianas.
La transición hacia la movilidad eléctrica redefine el futuro de las Estaciones de Servicio en Argentina. Con más de 12.000 vehículos electrificados patentados en el primer semestre de 2025, un 56 por ciento más que en 2024, y el anuncio del gobierno del ingreso de 50.000 unidades nuevas, el sector se enfrenta a un cambio estructural en el modelo de negocios.
Frente a este panorama, Omar Zorzenon, Coordinador de la Comisión de Política Energética de Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad (FACE), plantea la necesidad de una alianza estratégica entre cooperativas eléctricas y Estaciones de Servicio.
En diálogo con surtidores.com.ar, afirma: “Tenemos que asociarnos con los dueños de las estaciones para brindar servicio. Las cooperativas eléctricas son un socio importante para trabajar juntos”.
De esta forma, destaca que el camino hacia la electromovilidad no debe recorrerse de manera aislada, sino mediante la construcción de vínculos que potencien las fortalezas de cada actor.
Es una oportunidad de empezar a prevenir el crecimiento de la demanda, ya que en los últimos diez años no se realizaron las obras necesarias de alta tensión, y se requieren inversiones estimadas en 6.500 millones de dólares para reforzar la infraestructura, según indica el referente.
Sin esas obras, las cooperativas recurren a soluciones locales con energías renovables o generación distribuida para poder abastecer a sus socios sin fines lucrativos.
Desde la conducción de la federación, José Álvarez de Mendoza, presidente de FACE, y José Luis Mangini, presidente de la Comisión de Política Energética, respaldan la estrategia de integrar a las Estaciones de Servicio en la agenda cooperativa.
Su visión apunta a consolidar un ecosistema donde las 600 cooperativas de energía que integran la organización actúen como motor de la transición, no sólo en las capitales sino en las más de 14 provincias donde están operativos.

EL NUEVO PERFIL DE LAS ESTACIONES DE SERVICIO
Uno de los puntos centrales de la transformación es el tiempo de carga de los autos eléctricos, que pasará de los actuales tres a cinco minutos de combustibles líquidos a lapsos de 25 a 35 minutos. Zorzenón subraya que este cambio modificará el entorno social y económico de las Estaciones de Servicio, ya que los clientes permanecerán más tiempo en el lugar, lo que obliga a repensar la propuesta de valor.
“El negocio de la energía eléctrica puede llegar a ser tan relevante como el de los servicios complementarios, incluso comparable al margen de una tienda o un bar”, sostiene. Este escenario exige inversiones y colaboración entre sectores para preparar a las bocas de expendio como centros de carga y de servicios ampliados.
La visión de FACE también contempla mercados iniciales concretos como el de los taxis en pueblos y cabeceras departamentales. Al respecto, Zorzenon explica: “los taxis y transporte público de las localidades pequeñas y medianas conviene que sean con energía eléctrica, porque recorren menos de 300 kilómetros por día y es mucho más barato operar con electricidad”.
Esta estrategia busca aprovechar la ventaja económica de los autos eléctricos, que no pagan impuestos a la patente y tienen menores costos de mantenimiento.
Este cambio no sólo impactará en grandes urbes, donde la demanda se concentra, sino que también abrirá oportunidades para ciudades pequeñas y medianas, donde las cooperativas ya cuentan con infraestructura de distribución y capacidad de inversión anticipada.

LA IMPORTANCIA DE ANTICIPARSE
Los datos oficiales confirman que el crecimiento de los autos eléctricos en Argentina es aún incipiente, pero con fuerte tendencia de expansión. Mientras que en 2024 se habían registrado menos de 8.000 unidades electrificadas, en 2025 ya superan las 12.000 en seis meses, de las cuales unas 500 son vehículos eléctricos puros. Aunque representan apenas el 4 por ciento del total de electrificados, marcan un cambio significativo en el mercado.
En este contexto, Zorzenon advierte que anticiparse en la inversión es importante ya que “hay que tener en cuenta que el año próximo tendremos el 10 por ciento de los nuevos vehículos de modelos eléctricos”.
El desafío es mayor en tanto que las políticas públicas nacionales ya incluyen a la electromovilidad en sus planes de largo plazo. El Plan Nacional de Transporte Sostenible, dispuesto por la Secretaría de Energía, promueve la incorporación de tecnologías más limpias, mientras que el proyecto de Ley de Promoción de la Movilidad Sustentable busca dar incentivos fiscales y regulatorios a este tipo de inversiones.
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