Petróleo barato y demanda crítica
El ex Secretario de Recursos Hidrocarburíferos, José Luis Sureda, observa que la caída internacional del precio del crudo habilitaría una baja del precio real de mercado local de naftas y gasoil una vez finalizada la cuarentena.
Como muchos especialistas, José Luís Sureda, ex secretario de Recursos Hidrocarburíferos de la Nación, observa que la crisis económica que ya está desatando la cuarentena para contener la propagación del Coronavirus tendrá implicancias fuertes sobre el sector petrolero.
“En las expendedoras que no tienen banderas o que no están afiliadas a las distribuidoras la situación es grave”, indica el experto a surtidores.com.ar.
En cambio, observa que las firmas de mayor espalda, como YPF, Axion, Shell, Puma, podrán soportar el presente. Actualmente las Estaciones de Servicio registran ventas de apenas el 10 o el 20 por ciento de lo que despachaban antes del 20 de marzo.
En este contexto, Sureda señala que hoy el problema no es de precio sino de demanda. “Si la nafta vale 10 centavos tampoco va a subir en ventas porque gran parte de la gente no está saliendo de sus casas”, razona.
Ahora bien, una vez pasada la cuarentena obligatoria decretada hasta el 26 de abril, si el consumo empezara a reactivarse, para el experto los precios podrían mantenerse congelados “por tres meses más; de manera tal que el precio real caiga”.
Sureda explica que esto es posible por la simple razón de que a principio de año el barril internacional de crudo rondaba los 60 dólares. Hoy gira en torno a los 30 dólares.
“De agosto a febrero, hubo un balance neto de trasferencia de las empresas al público, por el congelamiento y la disparada del dólar”, observa Sureda. Según las empresas esa pérdida de rentabilidad estuvo en el orden del 10 por ciento.
Pero el ex secretario de Recursos Hidrocarburíferos comenta que esa curva venía invirtiéndose justamente por esta caída en el precio internacional del crudo, hasta que llegó la pandemia.
“Si el sector petrolero quiere poner un barril criollo a 40 dólares o más, es necesario olvidarse de esa diferencia –del 10 por ciento-, ponerla en cero, y mantener el precio de los combustibles”, opina Sureda.
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