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Un informe realizado por el ENARGAS, revela que los próximos meses no se esperan variaciones en los niveles de consumo del combustible gaseoso. Su relación con el precio de la nafta y las proyecciones del mercado.
De acuerdo a documento difundido por el Ente Nacional Regulador de Gas (ENARGAS) respecto al pronóstico de demanda de las estaciones de expendio de Gas Natural Comprimido para uso vehicular para el período invernal, que abarca de mayo a septiembre 2022, surge que la misma se mantendrá sin variaciones.
Según explica el organismo, la exactitud de este pronóstico se encuentra altamente condicionada por la situación extraordinaria en la que se encuentra el país y el mundo, en relación con el contexto provocado por la pandemia del virus COVID-19 y sus implicancias inciertas sobre el comportamiento de la población, sus hábitos de consumo, la economía y su nivel de actividad.
En lo que respecta al segmento GNC, se asume un “escenario de mínima”, que surge como una estimación basada en los mínimos consumos invernales registrados cada mes entre los años 2019 a 2021, y un “escenario de máxima”, conformado de manera análoga, con los máximos consumos del mismo período.
Ambas curvas pueden observarse en el gráfico y pueden considerarse como valores “techo” y “piso” pronosticados para el segmento de la demanda en estudio, bajo las condiciones de borde asumidas.

PRECIOS DEL GNC EN RELACIÓN A LA NAFTA SÚPER
El informe establece asimismo, que cuando el precio del GNC respecto de la nafta súper disminuye, las conversiones de vehículos se incrementan; y cuando el precio del GNC en relación a la nafta súper se incrementa, la cantidad de conversiones de vehículos a GNC disminuye.
Sin embargo, esta relación inversa no se verificó en 2020 como consecuencia de la caída en el nivel de movilidad, a raíz del impacto de la pandemia, lo que generó una caída en el nivel de conversiones más allá de la relación de precio del GNC con la nafta súper.
Por su parte, en 2021 se observa una recuperación de las conversiones de vehículos a valores previos a la crisis sanitaria, alcanzando picos en marzo y abril, cuando la relación del precio del GNC es baja. En este sentido, cabe destacar que entre marzo y agosto 2016 la relación de precios se incrementó en un 50 por ciento y las conversiones cayeron un 46 por ciento. En forma similar, cuando entre mayo y septiembre 2018 la relación de precios cayó un 24 por ciento, las conversiones se incrementaron un 41 por ciento, confirmando la regla general que afecta al período analizado.
En marzo 2021 la relación de precios disminuyó un 13 por ciento respecto de julio 2020, mientras que las conversiones aumentaron un 110 por ciento, en el marco de la recuperación económica y del mercado del GNC una vez superadas las restricciones a la movilidad de la pandemia.
De esta manera, se advierte que la evolución de las conversiones a lo largo de todo el período estuvo vinculada principalmente al impacto del diferencial de precios, en términos relativos, entre el GNC y otros combustibles líquidos (nafta súper), con la excepción del 2020, que marca una tendencia particular dada la situación extraordinaria que condicionó la movilidad y el funcionamiento de la economía nacional durante este año, recuperándose una dinámica más habitual durante 2021.

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