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La empresa Esigas lleva invertido 1 millón de dólares sin apoyos ni subsidios en el desarrollo de motores fabricados para trabajar íntegramente a GNC, principalmente para vehículos pesados. La idea que propone es implementarlos en el transporte público para ahorrar costos económicos y ambientales. Ya lo prueban en Mendoza y negocian con empresas nacionales
La empresa mendocina Esigas continúa desarrollando motores fabricados para trabajar íntegramente a GNC. Lo innovador es que su diseño está pensado para competir con el motor a gasoil de los vehículos de carga pesada y de transporte público. Ya se implementaron prototipos en colectivos de la ciudad de Mendoza y se firmaron acuerdos con la empresa Scania que pondrá en marcha el sistema en sus vehículos como proyección.
El Proyecto de desarrollo trabaja en motores de 6, 9 y
En cuanto a los motores de
Sin embargo para poder plasmar esto Víctor Derlich, titular de Esigas, explicó a surtidores.com.ar que se necesita de una medida en cuanto a los subsidios que percibe el transporte público: Se debe subsidiar todo el transporte de servicio para pasajeros independientemente del combustible que utilice el vehículo. Si es un trole que se subsidie la energía, y se debe también aprovechar lo que está a disposición de los municipios, como por ejemplo el biocombustibles, dijo.
Las ventajas a las que se refiere Derlich son en relación al costo en relación a otros combustibles ahorrando casi un 50%-, y también la ventaja en cuanto a la medición de carga del gasoil, el cual es mucho menos factible de controlar que el GNC.
El gasoil es menos incontrolable a la hora de la carga, en cambio el GNC es exacto. Hasta en este punto es conveniente nuestro proyecto, explicó el titular de Esigas, y agregó: “Bajarían los costos del transporte y el boleto podría valer un 10% menos. Lo fundamental son los costos. Porque el gas vale la mitad. Las empresas de transporte podrían ganar licitaciones gracias a este combustible más rentable. Tendría un efecto económico muy positivo“, detalló.
A la par de los beneficios económicos, están los ambientales, que, con una visión a largo plazo, superan cualquier razonamiento que apunte sólo monetario. “La contaminación bajaría un 70%. Acá en Mendoza, las emisiones de gases de los vehículos no se tiene en cuenta siendo que esta provincia es una de las más contaminadas del país. Pero también bajaría el impacto auditivo“, dijo Derlich.
“Tenemos los mismos autopartistas que los grandes fabricantes de autos. Esto requiere mucha logística para armar en serie con piezas hechas por nosotros y otras adaptadas para este tipo de motores. Hemos armado una línea de montaje con 250 planos, 40 matrices“, declaró el presidente de la empresa quien afirma que una característica de estos motores, a los que vienen probando hace 6 años en camiones que ceden las empresas o municipalidades, es que “parecen eléctricos“. Son serenos, no hacen casi ruido y soportan muy bien la corrosión.
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