A los estacioneros no sólo los intranquiliza la parálisis de la actividad, ahora también están en alerta por ciertas modificaciones comerciales que efectuaron las empresas que los proveen de combustibles. Según relataron a este medio desde hace algunos meses les vienen elevando el costo de sus productos sin modificar los valores sugeridos para el surtidor.

La situación, advierten, atenta contra la rentabilidad de las estaciones de servicio. Es que la baja del consumo y los precios de YPF les impide retocarlos debiendo en la mayoría de los casos resignar una parte de la ya por sí, escasa bonificación que reciben por su gestión.

Apuntan específicamente a aquellas compañías que operan en el mercado a través de la modalidad de compra –venta. Sostienen que desde hace un tiempo, coincidente con la seguidilla  de aumentos aplicados por las empresas desde enero, el margen se fue encogiendo, en particular el de los productos Premium, que son los más caros.

Este escenario encendió una luz de alerta en los expendedores. Por el momento mantienen reuniones informales localizadas pero no descartan unificar el reclamo a todo el país y trasladarlo a las autoridades para que tomen los recaudos del caso.

“Por ser el último eslabón de la cadena somos los más perjudicados”, resumió un estacionero. “Como deben haber acordado no subir los precios al público tomaron estas medidas”, se quejó.

Las cámaras que nuclean a los empresarios revelaron que la decisión de las petroleras llega en un momento delicado para el sector, que afronta por estos días los aumentos de sueldo acordados en la paritaria y los aguinaldos. Todo ello en un contexto de retracción del consumo que ahonda aun más las dificultades que atraviesan las estaciones de servicio para cumplir con sus obligaciones.