La industria relacionada al transporte en Argentina sigue a la espera de lo que pueda ocurrir con el proyecto de ley de Promoción de la Movilidad Sustentable, que pondría fin a la venta de vehículos a combustión interna para el 2041, en tanto que las Estaciones de Servicio tendrán incentivos para reconvertirse.

Es de público conocimiento que la iniciativa es importante y “estratégica” para el gobierno actual y se comenta que se podría debatir en las sesiones extraordinarias del Congreso, a casi tres meses desde la presentación hecha por Alberto Fernández.

Pero ante la falta de decisión política y de un camino claro en materia energética, la prestigiosa consultora KPMG sostuvo que “faltan medidas más incisivas para desalentar el uso del automóvil, para el que actualmente se subvencionan los combustibles fósiles, y para fomentar el uso del transporte público” y que la adopción de vehículos eléctricos y la provisión de infraestructura de carga sigue siendo muy baja.

En un informe reciente, también mostró que el transporte es el responsable del 13 por ciento de la participación y desempeño de las emisiones de gases de efecto invernadero en el país y ocupa el cuarto lugar del ranking sectorial a nivel local.

Y si bien hay una iniciativa gubernamental por cambiar el rumbo en la materia, el impulso actual resulta contradictorio con la disposición de dar mayor prioridad a Vaca Muerta y la producción hidrocarburífera que se planea realizar para generar divisas y mejorar el contexto macroeconómico de Argentina.

De todos modos, tras la instalación del primer cargador eléctrico en una Estación de Servicio de la Patagonia, desde el sector automotriz le aseguraron a surtidores.com.ar que se generó cierto revuelo y llamó atención de distintos estacioneros e interesados en colocar esta tecnología en diferentes puntos del país.

Más aún con el anuncio de la propia YPF, quien a principios de diciembre pasado reconoció que se enfocará en dos corredores: Buenos Aires – Córdoba y el sur bonaerense. Allí se desplegará una serie de cargadores con una distancia entre ellos que no supere los 150 kilómetros, bajo un piloto de 700 km.

Aunque resta esperar si finalmente las Estaciones de Servicio tendrán incentivos y/o beneficios por implementar este tipo de surtidores, si se pondrá algún valor para lograr un mayor rédito económico en un momento donde la rentabilidad está a la baja, o si habrá que aguardar nuevas medidas locales para que se dé la transición.