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Las Cámaras empresarias salieron en férrea defensa del estacionero de la localidad correntina de Sauce, que se hizo conocido en los medios por poner a la venta un litro de nafta a 43 pesos
La polémica se suscitó en los medios días atrás cuando se supo que dos Estaciones de Servicio “blancas” de una zona del interior de la Provincia de Corrientes, vendían la nafta a 43,5 pesos por litro, por lo que se amplió la dispersión de precios y la brecha que existe con los valores registrados en la Capital Federal.
Más precisamente en el pueblo de Sauce, una ciudad correntina en la que viven unas 10.000 personas y se ubica unos 393 kilómetros al sur de la capital provincial, a la vez que el Ministro Javier Iguacel, opinara que el mercado de los combustibles en la Argentina “está totalmente liberado” por lo que cada Estación de Servicio puede poner el precio que desee en sus surtidores.
Sin embargo, desde la Cámara de Estaciones de Servicio de Santiago del Estero, el Presidente Pedro Llorvandi, destacó que sus colegas correntinos, no impusieron ese costo del producto porque lo dijera el gobierno.
“Somos el rellenos del sándwich en esta compleja situación, ya que el precio es cuestión de las petroleras con el Estado y las estaciones blancas del interior profundo, dejaron de tener combustible para vender por el corte de todas las líneas de comercialización mayorista decidida por las compañías”, recordó.
Además, dijo Llorvandi que “las estaciones sin bandera de nuestras provincias cumplen una función social que ninguna otra lo hace, ya que venden muy poco volumen a poblados de menos de 5 mil habitantes que no tienen otra opción de carga porque las petroleras no consideran a esas zonas como rentables”.
Según el representante santiagueño, el estacionero de Sauce vende a ese precio porque para poder solucionar el problema de desabastecimiento de su estación, tuvo que trasladarse casi 100 km para llegar a alguna expendedora de YPF que le vendió la nafta a precio de surtidor y con esos pocos litros, tratar de mitigar la demanda que no pude asumir desde que se le cerró el grifo del abastecimiento normal.
Finalmente, recalcó que este caso testigo no es el único en el país y que en todas las provincias argentinas se está repitiendo la situación a la vez que reclamó que “los dueños de estaciones de servicio independientes necesitamos volumen, porque finalmente se afecta a todo el público y la economía en general con estos manejos de las petroleras sin control del gobierno”.
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