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En medio de un contexto económico desregulado, surge la posibilidad de exhibir diferentes importes según el método de pago utilizado, ya sea en efectivo o mediante tarjeta de crédito. Este tipo de operatoria, común en países como Estados Unidos y Brasil, plantea preguntas sobre su viabilidad en Argentina.
La discusión sobre la posibilidad de establecer valores diferenciados según el medio de pago está en sintonía con la apertura económica que se vislumbra en el sector de hidrocarburos. Con los importes en los carteles de las Estaciones de Servicio acercándose cada vez más a niveles de mercado, muchos actores del sector se preguntan si no sería conveniente permitir una mayor flexibilidad en la fijación de precios, adaptada a las características de cada forma en que se abone la carga.
En ese sentido, el especialista en combustibles Antonio Rossi, consultado por surtidores.com.ar, destacó que la Resolución 51/2017 de la Secretaría de Comercio de la Nación no permite esta estrategia, ya que bajo el concepto de “precios transparentes”, todos los comercios deben mostrar un único valor al consumidor. Según esta ley, el precio no puede variar si la operación se realiza en efectivo o con tarjeta de crédito o débito en un pago. “Esto responde al objetivo de brindar claridad al consumidor y evitar prácticas comerciales engañosas, especialmente en un escenario donde el acceso al financiamiento puede implicar costos adicionales”, recalcó.
La resolución mencionada busca que los comercios informen de manera clara el costo financiero total (CFT), es decir, el porcentaje adicional que los consumidores pagan por comprar en cuotas.
Esta regulación aplica tanto para ventas en locales físicos como en plataformas de comercio electrónico y prohíbe diferenciar los precios en una sola cuota según el medio de pago. En otras palabras, el importe debe ser el mismo si se paga contado o con tarjeta de débito o crédito, sin ninguna diferencia en el valor final.
Sin embargo, en muchos países del mundo, como Estados Unidos y Brasil, es común que las Estaciones de Servicio ofrezcan precios más bajos para pagos en efectivo, mientras que los que se efectúan con tarjeta conllevan un costo adicional, claramente especificado en sus pizarras.
Al respecto, Rossi señaló que en estos mercados la normativa exige que ambos precios (efectivo y tarjeta) se exhiban en números del mismo tamaño para evitar confusión. La lógica detrás de este sistema se basa en el costo que las transacciones con plásticos imponen a los comercios, quienes a menudo trasladan ese costo al consumidor.
Si bien en Argentina la legislación actual impide esta diferenciación, el especialista sostuvo que en otros sectores minoristas del país se ha encontrado una alternativa a través de las promociones. Muchos comercios ofrecen descuentos para pagos en efectivo, en lugar de exhibir precios diferenciados, lo que cumple con la disposición vigente sin infringir el concepto de “precio transparente”.
Sin embargo, este tipo de promociones no se ha extendido a las Estaciones de Servicio, donde las operaciones están más reguladas y controladas, en parte debido a los planes de fidelización y beneficios de las petroleras que estructuran la operatoria de estos establecimientos.
Además, Rossi remarcó que en otros rubros comerciales, el uso de efectivo no siempre es facturado, una situación que no ocurre en las Estaciones de Servicio debido a la rigurosidad en el control de las transacciones.
Otra Chantada de las petroleras y el artículo no
Explica que en el mercado Americano
Es prioridad pagar con tarjeta o medios digitales
Y es mal visto comercialmente pagar en efectivo.
Espero se publique este comentario y no se discrimine el mismo.
La resolución 51/2017 logra todo lo contrario a lo que su “espíritu” pregona, ya que esconde los costos de la operatoria de las tarjetas, obligando a pagar también ese sobreprecio a quienes operan en efectivo. Más que transparentar, oscurece
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