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Si sigue aumentando el dólar oficial va a haber presión para que también suban los precios de los combustibles. “Un nuevo salto devaluatorio pondría al Gobierno entre la espada y la pared”, asegura el ex Secretario de Energía, Daniel Montamat
La brecha entre el dólar oficial y el blue se ubica en el 70,2 por ciento. Es un nivel crítico, ya que cuando se instala cerca del 100 por ciento la devaluación aparece inexorable, debido a que se genera una fuerte retracción de las inversiones, no se liquidan exportaciones y se resiente la recaudación.
“Un escenario de estas características impactará duramente en el mercado de los combustibles”, opina el ex Secretario de Energía de la Nación, Daniel Montamat. En diálogo con surtidores.com.ar, señaló que la situación pondría al Gobierno “entre la espada y la pared”.
El especialista explica que “por un lado, va a querer intervenir más el mercado para atenuar la escalada de precios de los combustibles y su propagación en el sistema de valores relativos; por el otro, tratará de minimizar el perjuicio para YPF porque si esta no mantiene su ritmo de inversión va a haber que importar más gas y derivados petroleros”.
Montamat puntualiza que la empresa estatal depende más que nunca del flujo de caja para sostener sus inversiones porque pospuso sus planes de emitir deuda en el mercado internacional “Se trata de una pulseada de final abierto que muestra las disyuntivas del populismo en su laberinto”, expresó.
Los vaticinios del ex funcionario fueron confirmados meses atrás por el mismo jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien reconoció que los precios de los combustibles subieron con fuerza en lo que va del año debido a la devaluación del peso frente al dólar aplicada en enero.
Con sus dichos, el ex gobernador de Chaco aseguraba que el efecto desde el punto de vista del tipo de cambio respecto del precio del combustible “ya fue transmitido“, dejando entrever que el valor de la nafta y el gasoil aliviarían su tendencia alcista. De acuerdo a esta lógica, la nueva disparada, ocasionada por la falta de acuerdo con los fondos buitres y la posibilidad cierta de que el país ingrese en defaut, abriría una ventana a otra escalada en las pizarras de las estaciones de servicio.
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