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Mauricio Roitman, exsubsecretario de Evaluación de Proyectos y Escenarios Energéticos del Ministerio de Energía, evaluó el contexto actual del mercado y los desafíos de una nueva etapa.
En un escenario de cambios constantes en la economía y la energía, Mauricio Roitman, exsubsecretario de Evaluación de Proyectos y Escenarios Energéticos del Ministerio de Energía, aseguró que las empresas de combustibles enfrentarán una nueva etapa donde la clave no estará en ajustar los precios al alza, sino en buscar estrategias para reducir costos y mejorar la eficiencia operativa.
Según Roitman, quien actualmente se desempeña como presidente de ENERGEIA (Energía e Infraestructura S.A.), consultor internacional y profesor del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) en economía de la energía y regulación económica para la transición energética, el mercado de combustibles ha alcanzado un punto en el que las distorsiones de precios se han eliminado. “Más o menos venían bastante alineados con la paridad. Así que no veo un gran ajuste vinculado a alguna distorsión. Ya eso no está”, afirmó el especialista en diálogo con surtidores.com.ar.

Con la eliminación de las diferencias, el desafío para las empresas del sector pasa por una optimización de su estructura. Roitman explicó que ahora el foco debe estar en la rentabilidad y en la capacidad de las compañías para ofrecer servicios adicionales al combustible, buscando así atraer y fidelizar a los consumidores.
“Lo que sigue es un esquema donde las empresas del sector van a tener que poner mucho énfasis en la ganancia y eficiencia”, destacó el consultor. Esta situación lleva a las petroleras y Estaciones de Servicio a centrarse en la reducción de gastos y la innovación en su oferta de servicios.
En este contexto, la posibilidad de que los precios de los combustibles se estabilicen o incluso bajen dependerá de la capacidad de las empresas para encontrar nuevos mecanismos de eficiencia. Según Roitman, este fenómeno ya se observa en otros sectores de la economía, donde la necesidad de competir obliga a las empresas a ajustar su estructura en lugar de trasladar aumentos al consumidor.
“Las Estaciones de Servicio, por ejemplo, podrían apostar por nuevos modelos de negocio que complementen la venta de combustibles con servicios adicionales como tiendas de conveniencia, beneficios para clientes frecuentes o mejoras en la atención al cliente. Estos cambios permitirían compensar la reducción en los márgenes de ganancia sin necesidad de aumentar los precios”, agregó Roitman.

La transición energética y la creciente adopción de nuevas tecnologías también juegan un papel clave en esta nueva etapa. La presión por hacer más eficiente la gestión del negocio de los combustibles no solo responde a cuestiones económicas, sino también a la evolución de la matriz energética.
En este sentido, las empresas que logren adaptarse rápidamente a este nuevo paradigma podrán mantenerse competitivas y ofrecer mejores condiciones a los consumidores. “Es hacer muy, muy eficiente la gestión, como está pasando en otras actividades”, concluyó Roitman, dejando en claro que el futuro del mercado de combustibles estará marcado por la capacidad de innovación y adaptación de las empresas.
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