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Sebastián Vargiu, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de Tucumán, advierte que la caída está vinculada a la pérdida del poder adquisitivo y a inconsistencias estadísticas que distorsionan el panorama real de la provincia.
El mercado de combustibles atraviesa una coyuntura particular, donde los vaivenes macroeconómicos y la falta de datos precisos generan incertidumbre tanto para las Estaciones de Servicio como para los consumidores. En Tucumán, esta situación se vuelve más evidente.
Sebastián Vargiu, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de esa provincia, explicó que el sector venía mostrando una leve recuperación desde marzo, principalmente en el consumo de naftas. Esta tendencia positiva se replicó en marzo, abril, mayo y junio, pero en julio comenzó a notarse un freno en la curva creciente. “Habrá que esperar a agosto para ver si esta desaceleración se convierte en un nuevo retroceso o si solo fue un paréntesis en la recuperación”, advirtió.

Sin embargo, las estadísticas oficiales no reflejan con claridad la realidad tucumana. Según indicó Vargiu, la información publicada por la Secretaría de Energía aparece distorsionada porque Refinor, una de las principales compañías de la región, no está reportando sus ventas desde comienzos del año. Esto genera un vacío en los datos oficiales y altera los porcentajes de caída, proyectando un escenario más negativo que el que efectivamente se observa en las estaciones locales. “Desde la Cámara se solicitó a la empresa que informe los consumos, de manera de contar con estadísticas más fidedignas que permitan tomar decisiones con base en la realidad del mercado”, expresó en diálogo con surtidores.com.ar.
Más allá de la cuestión estadística, Vargiu remarcó que el principal obstáculo sigue siendo el poder adquisitivo de los consumidores. La caída en los ingresos reales impacta de forma directa en el volumen de combustibles demandados, ya que el uso del vehículo pasa a ser un gasto que muchas familias buscan restringir. “Al no terminar de recuperarse los salarios, esto se refleja inevitablemente en el consumo”, sostuvo.
La dinámica tucumana refleja lo que ocurre a nivel nacional: tras un breve repunte en el primer semestre, los combustibles registraron en julio una nueva baja, cortando la racha positiva. El retroceso, que alcanza tanto a naftas como a gasoil, pone en evidencia la necesidad de un escenario económico más estable para que las Estaciones de Servicio puedan proyectar un crecimiento sostenido.
En este contexto, la preocupación del sector estacionero es doble. Por un lado, reclaman estadísticas confiables que permitan dimensionar de forma realista la evolución del mercado. Por otro, insisten en que la recuperación del poder adquisitivo es la condición indispensable para que las ventas retomen la senda ascendente. “Sin datos claros y sin ingresos reales que acompañen, es difícil pensar en un horizonte de crecimiento sostenido para las Estaciones de Servicio”, concluyó Vargiu.
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