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El ministro de Energía y Minería dijo que en 2017 la Argentina se alineará a la cotización internacional del petróleo provocando esta decisión aumentos graduales en los precios del combustible. Especialistas rechazan este argumento
El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, dijo que espera llegar a un acuerdo con los actores del sector para continuar con los aumentos graduales en los precios del combustible y llevarlos al plano internacional para junio o julio de 2017.
La intención de alinear el precio local del petróleo con el resto del mundo es una de las principales aspiraciones de Aranguren. Hoy el Ministerio de Energía convalida un valor de 63 dólares por barril en el mercado interno para el tipo Medanito mientras que el WTI cotiza a poco más de 50.
“Hemos anunciado y discutido con las empresas que no vemos que haya lugar para nuevos aumentos de combustible para lo que resta del año. Respecto de 2017 hemos tenido reuniones con los actores del sector justamente para continuar ese camino para alcanzar la paridad de los precios internacionales“, afirmó.
El argumento esgrimido por el Ministro no se condice con la opinión de los especialistas. El ex Subsecretario de Combustibles Alberto Fiandesio expresó al respecto que “si el valor del crudo doméstico va a bajar para alinearse con el internacional, no veo razón para que aumenten los precios de venta al público”.
En declaraciones a surtidores.com.ar, el ex funcionario opinó que “desde mi punto de vista la sola disminución del crudo recompondría el margen de refinación sin necesidad de nuevos aumentos en el surtidor”.
Sobre la afectación de una nueva suba en la demanda, Fiandesio señaló que los volúmenes de venta dependen en forma diferenciada del tipo de combustible. “Las naftas son siempre más afectadas produciéndose una transferencia desde nafta ultra hacia súper; en el gasoil depende fundamentalmente del nivel de actividad y no tanto del precio”, sostuvo.
¿Generará esta situación la llegada de nuevas inversiones al sector? lo consultó Surtidores. “Cabe decir que las que corresponden al upstream, y más precisamente al desarrollo de los hidrocarburos no convencionales, no dependen en absoluto de estos aumentos; el monto de inversiones es de tal magnitud que solamente es alcanzable con aportes externos”, explicó.
Aranguren también confirmó que analiza una recomposición de los impuestos que gravan a los hidrocarburos, que en el caso de las naftas alcanza más del 50 por ciento de su valor al público. “Esperamos en el año próximo poder iniciar una discusión seria para reformular la carga impositiva de los combustibles y que sea anticíclica, no como es en el día de la fecha, que el impuesto además de ser alto, es un porcentaje sobre el precio de refinería y no tenemos la capacidad de amortiguar lo que pueda ocurrir en el mercado internacional“, concluyó.
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