Activar/Desactivar Leer Página
A causa de la liberalización de precios y la erosión de los beneficios impositivos, después de más de tres décadas, un fenómeno inédito sacude al sur del país: el precio de la nafta súper en provincias patagónicas se acerca a paso firme al que se paga en CABA, pero el diesel, ya es más costoso.
El proceso que comenzó en el 2016 cuando el entonces ministro de Energía Juan José Aranguren, modificó el cálculo del componente tributario del litro de combustibles líquidos que se hacía en base a lo especificado en la Ley que beneficiaba a las provincias patagónicas, se profundizó con las actuales medidas que eliminaron las restricciones sobre los incrementos a pico de surtidor.
Se trata de la diferencia de precios que favorecía a la región del sur argentino donde el costo de vida históricamente es más alto que el resto del país y que desde la llegada de la convertibilidad, por decisión del menemismo, se eximió de lo que se conocía en el año 1991 como el Impuesto a la Transferencia de Combustibles, llevando a las Estaciones de Servicio patagónicas a vender naftas y gasoil a casi la mitad del precio que se despachaba en el resto de la Argentina.

Pero los años pasaron y esa ventaja empezó a diluirse progresivamente cuando se modificó el cálculo del componente fiscal. Y ahora, con la liberalización de precios impulsada por el Gobierno nacional, el impulso alcista se aceleró.
Un sondeo de surtidores.com.ar arrojó, que de acuerdo a los precios oficiales de YPF vigentes al día de hoy, la situación es clara: En La Pampa considerada zona patagónica luego de la “Ley Pichetto”, el litro de nafta Súper cuesta $1.031, mientras que la premium llega a $1.252. En cuanto al gasoil, el Diesel 500 se ofrece a $1.231 y el premium a $1.425. En Chubut, la situación es similar, con el Grado 2 ubicado en $1.250 y el de mejor calidad es de $1.462.
En contraste, en la Ciudad de Buenos Aires, las pizarras muestran los siguientes valores: Nafta Súper: $1.174; premium: $1.389; Gasoil Común: $1.178; Premium: $1.360.
En ambos casos, los estacioneros aclararon que están pagando el 50 por ciento del componente impositivo, a diferencia que los colegas porteños que pagan el total de la carga tributaria.
Es decir, el litro de nafta súper en la Patagonia cuesta solamente $196 más barato que en la Capital, pero el gasoil —insumo clave para la actividad productiva y el transporte regional— es más caro en el sur que en CABA. Esta distorsión marca el punto crítico que los estacioneros advierten: la brecha de precios dejó de ser favorable.

La situación genera alarma entre los estacioneros, no solo por el valor al público, sino también por la competencia desleal que sienten de parte de las propias petroleras. Según Carlos Pinto, presidente de la Cámara de Expendedores de Río Negro y Neuquén, esta tendencia comenzó hace una década, cuando el componente impositivo dejó de representar una verdadera ventaja para las provincias del sur.
“La liberalización de precios –dijo Pinto- terminó de agravar el cuadro. Hoy las estaciones independientes están en riesgo de desaparecer, no solo por la caída de ventas, sino porque deben competir directamente con sus propios proveedores”.
En este escenario, el dirigente patagónico compartió que la preocupación crece entre los operadores de Estaciones de Servicio de la región, que ya advierten un futuro incierto. Y mientras el precio en los surtidores del sur se equipara —y en muchos casos supera— al de Buenos Aires, los beneficios históricos se desvanecen en silencio.
DEJANOS TU COMENTARIO!