Un fenómeno inédito en los últimos años comenzó a reavivarse en algunas provincias, pero el rubro estacionero espera que se extienda al resto del territorio nacional.

Se trata de la afluencia de un número significativo de unidades de colectivos de recorrido urbano de corta distancia que llega a las Estaciones de servicio a reabastecerse de combustible.

Esta práctica está generando una complicación en las bocas de expendio que no cuentan con el volumen suficiente de gasoil grado 2 para satisfacer una demanda en aumento y los operadores que viven esta situación adelantaron a surtidores.com.ar que temen por los quiebres de stocks en sus establecimientos.

De acuerdo a lo explicado por el empresario mayorista Mauro Lapacó a este medio, “las petroleras están teniendo inconvenientes para conseguir producto importado y por lo tanto, se manejan con la producción nacional”.

Con esta situación, advirtió que se restringió en los últimos días la entrega de producto a las Estaciones de Servicio blancas, para poder cumplir con los puntos del Agroservicio y las expendedoras embanderadas.

Este problema también dejó a ciertos puntos de la Argentina sin combustible en las terminales de colectivos, debido a que cuesta conseguirlo o bien, se adquiere a precio de importación, es decir a más de 30 pesos por litro más caro que en las Estaciones de Servicio.

“Los clientes que tenemos de empresas de logística prefieren comprar en un agro oficial que al abastecedor mayorista, ya que el diferencial de precios impacta notablemente en la factura final”, sentenció Lapacó.

Por este mismo factor, el empresario informó que las Estaciones Blancas tampoco tienen nafta súper para vender y ya hay desabastecimiento de aceites y lubricantes, porque no se consigue el componente importado que complementa la base de los fluidos.