Por el aumento de los combustibles se desacelera el consumo aunque estiman que se recuperará con el correr de los meses

Jorge Gaimaro, directivo del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi”, analiza las consecuencias que tendrá en el mercado, a partir de los cambios que está aplicando el Ministerio de Energía y Minería que conduce Juan José Aranguren respecto de los precios al público de las naftas y gasoil.

¿Cómo impacta en las ventas el aumento del precio del combustible?

Contrariamente a lo que se suele deducir a priori, a juzgar por los volúmenes de venta que se informan año tras año, pareciera tener poca o nula incidencia. El año pasado, que se presentó bastante recesivo, las ventas de naftas se incrementaron un 6 por ciento  mientras que las de gas oíl lo hicieron un 2.

¿Pero podrá seguir de la misma manera?

Lo que sí ocurre es un cambio en la curva de crecimiento de la demanda, o sea, una desaceleración de ese incremento que se venía presentando sostenido en los últimos años; esto analizado a nivel producto. De todos modos, el comportamiento del consumo responde a múltiples factores.

¿Y en qué productos tendrá mayor incidencia?

En el último año la incidencia mayor se dio particularmente en la nafta súper y en el gas oíl grado 2

Desde el punto de vista de mercado ¿es distinta la elasticidad de oferta y demanda en las naftas que en gasoil?

Los combustibles se utilizan fundamentalmente para mover personas y mercancías, para actividades agrícolas e industriales y para generación de electricidad. Por tal motivo, guardan estrecha relación con el desarrollo económico de un país y sus habitantes. El gas oíl presenta una correlación casi lineal con el PBI por lo cual su elasticidad está más atada a la actividad económica que a los precios.

¿Y las naftas?

En las naftas pueden presentarse cambios en los hábitos de consumo o corrimiento a combustibles sustitutos. Probablemente, el producto más afectado sea la nafta grado 2.

Para el bolsillo los precios de los combustibles están altos…

En estos momentos, todo al bolsillo del consumidor le resulta elevado debido a la distorsión existente en los precios relativos. Los combustibles conservan su relación histórica de aprox. 1 dólar/litro. Probablemente, en las primeras semanas se observe una merma en la demanda que luego se irá estabilizando.