Petroleras y Gobierno buscan una fórmula que permita bajar el precio de la nafta sin perder rentabilidad

La baja del crudo finalmente parece que recalará en los surtidores locales. Según informaron a surtidores.com.ar fuentes del mercado, el Gobierno –representado en la figura del Ministro de Economía Axel Kicillof– provincias hidrocarburíferas y compañías petroleras, trabajan en la búsqueda de un paquete de medidas que permita bajar el precio de los combustibles sin afectar la rentabilidad de las empresas.

Las reuniones se mantienen en el máximo de la confidencialidad pero según trascendió, en un marco de amplio consenso entre quienes participan de ellas. Y si bien aun no se sabe a ciencia cierta cuando podría concretarse la rebaja, se estima que podría darse a conocer antes de concluir el año.

Por su peso en el mercado y por su condición de estatal, YPF podría ser la primera en aplicar el recorte, para que luego el resto de las empresas la imiten. “Sería una buena señal luego de un año de fuertes subas”, opinó un operador petrolero que prefirió mantener su identidad en reserva.

El descenso de las pizarras no ocurre desde enero de 2008, cuando los valores de las naftas y el gasoil retrocedieron aproximadamente 17 por ciento. Claro que aquella vez nada tuvo que ver la cotización del barril, sino la fuerte presión ejercida por el entonces presidente Néstor Kirchner para que las compañías retrotraigan los precios al mes de octubre anterior bajo amenaza de no permitirles exportar el remanente del consumo interno. Eran tiempos de denuncias por faltantes de productos en las estaciones de servicio.

Diferentes realidades

En la Argentina el barril está regulado en torno a los 84 dólares. En este contexto no todas las empresas sobrellevan de igual modo la situación: YPF, AXION Energy, Petrobrás y Oil Combustibles son integradas mientras que Shell, al ser refinadora debe comprar materia prima a esa cotización, mientras que si lo importaría podría pagarlo a 58 dólares como cerró el día de ayer.

Es por ello que el proyecto en estudio considera una reducción de la carga impositiva que aplica la Nación sobre los refinados, como un modo de distribuir el “perjuicio” que provoca la baja entre todos los actores que participan del mercado.