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Desde el área de combustibles del organismo público están explicando los alcances del proyecto que se propone actualizar la normativa de las estaciones de servicio a los funcionarios de alto rango, con peso de decisión, que asumieron en funciones días atrás.
Desde el área de combustibles del organismo público están explicando los alcances del proyecto que se propone actualizar la normativa de las estaciones de servicio a los funcionarios de alto rango, con peso de decisión, que asumieron en funciones días atrás.
Roberto Asato, Coordinador del área de los Combustibles Líquidos de la Secretaría de Energía de la Nación confirmó a surtidores.com.ar que ya se está trabajando internamente en conjunto con los distintos departamentos involucrados para transformar en disposición un paquete de medidas tendientes a cubrir los vacíos legales que presenta la legislativa actual que regula a las bocas de expendio.
Es que hace apenas semanas asumió al frente de la cartera Mariana Matranga, en reemplazo de Daniel Cameron, quién permanecía en su cargo desde los comienzos de la actual administración de Gobierno, a principios de la década pasada.
Matranga es allegada a Axel Kicillof, el ministro de economía. A lo largo de su carrera ocupó posiciones destacadas en YPF, donde se desempeñó hasta abril de este año como asesora en Ingeniería, Tecnología y Operación. Previamente fue ingeniera de Procesos Senior en la empresa Solaris Management Consultants, en Canadá, donde vivió durante cinco años.
“Al haber cambio de autoridades hay que difundir y explicar las modificaciones que planteamos en su momento”, señala Asato. En tanto, aclaró que “vamos a seguir con la misma metodología” que se viene desarrollando por parte de los técnicos. “Lo que ha cambiado es la cúpula”, analiza. Por eso considera que estos temas deberían prosperar sin resistencias.
En concreto, la Secretaría evalúa reformas que refuerzan la seguridad en las estaciones, la contaminación hidrogeológica por pérdidas en el sistema de almacenamiento (SASH) y la afectación de la integridad de las propias instalaciones y del entorno circundante.
“Son cuestiones generales”, insiste Asato, que apuntan a completar el Decreto 2407, redactado en el año 1983, y a sus posteriores anexos y notas, que establecen pautas para un mercado que ya no se condice con la realidad. Hay nuevas prevenciones que deben plasmarse por escrito para su posterior exigencia a los expendedores.
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