Pese a la desregulación, los precios de los combustibles están desacoplados del contexto internacional

Con el crudo cotizando a menos de 60 dólares, parecería finalmente haber motivos de sobra para que bajen los precios de las naftas. Sin embargo, los surtidores locales aun no reaccionaron a este nuevo escenario mundial y tampoco se prevé que lo hagan, al menos en índices considerables para el bolsillo del consumidor.

¿A qué se debe esta decisión de las empresas petroleras de ralentizar el descenso de los valores si la principal variable se redujo más de 20 dólares en los últimos meses? Para el ex Subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, José Luis Sureda, “en lo que va del año, los precios aumentaron casi exclusivamente por la devaluación, de modo que la baja actual del barril no tiene porque tener demasiado impacto”.

En este sentido, el ex funcionario asigna el comportamiento de las pizarras más a una estrategia de las petroleras que al contexto internacional. “Depende de como se asignan los costos entre los diferentes productos, y esto depende la política comercial de cada empresa”, señaló a surtidores.com.ar.

“Mi sensación, y no es mas que esto, es que los precios están en equilibrio o próximos a estos”, sostiene Sureda. No obstante, explica que el sector refinación (y esto es así en todas partes), “es un negocio de pequeños márgenes, a veces negativos”.  A modo de ejemplo, remarcó que en los últimos años “hemos visto varias operaciones de desintegración de la cadena de valor”.

¿Es diferente la situación de las empresas integradas a las que refinan o solo importan?, lo consultó este medio. “La integración en Argentina tiene mucho que ver con la seguridad de suministro, especialmente el de un determinado tipo de crudo, con una mejor capacidad de planeamiento de la inversión upstream, con una mayor flexibilidad comercial y con alguna dilución de costos fijos al compartir servicios”, expresó.

Sin embargo, el ex Subsecretario consideró que la caída de la actividad podría decidir a las petroleras a reformular su estrategia de precios. “Seguramente la baja de consumo modificará la estrategia comercial, así como también  lo provoca el corrimiento de premium a su bien sustituto, la nafta súper”, concluyó Sureda.