Para regular el mercado de las estaciones de servicio, Europa toma como propia una iniciativa argentina

En España desde julio de 2013 los mayoristas propietarios, gestores directos o indirectos, o con contratos de exclusividad de más del 30 por ciento de las estaciones de servicio no pueden incrementar el número de sus bocas ni firmar nuevos contratos de exclusividad, aunque sí pueden renovar los existentes incluso aunque eso signifique superar ese porcentaje.

Pero para fomentar más la competencia, el partido gobernante pretende fijar límites a las ventas, de modo que superar el 30 por ciento de operaciones anuales también impedirá hacerse con nuevas instalaciones, independientemente de que con ello no se aumente el número total de establecimientos.

El objetivo es evitar que las petroleras reorganicen su red deshaciéndose de comercios de su propiedad y adquiriendo otras de manera que, sin incrementar el número de estaciones que controlan, puedan ampliar sustancialmente su cuota de mercado .

A efectos del cálculo, el Gobierno considerará que son integrantes de la misma red las de explotación directa como de cesión a terceros por cualquier título y las que tienen un contrato de suministro en exclusiva, así como cualquiera perteneciente al mismo grupo empresarial.

Asimismo dispone que el incumplimiento de estos límites o cualquier práctica de los mayoristas dirigida a determinar directa o indirectamente el precio de venta del combustible a las estaciones de servicio será considerado infracción grave.

Similitud

La iniciativa ibérica guarda llamativo parecido con el Proyecto de Ley de Comercialización de Combustibles de uso automotor, redactado por expendedores y empleados y presentado recientemente ante el Congreso Nacional, con el fin de otorgarle un marco regulatorio a la actividad.

Los puntos principales son muy similares aunque con menor participación de las empresas petroleras, ya que  solo podrán realizar operaciones de combustibles a consumidores directos hasta un 15 por ciento de sus ventas totales en el mercado interno.

“La idea es que las empresas petroleras destinen sus recursos fundamentalmente a las producción y abastecimiento mayorista, dejando a las pequeñas y medianas empresas la comercialización o venta al consumidor directo, cada una compitiendo dentro de su segmento”, señala el anteproyecto local.