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La relación entre sueldos y volumen de combustible fue variando con el paso del tiempo. Mientras que hace tres años atrás se requerían 805 litros de súper, con la actualización del mes próximo, la cifra trepará a 1058
¿Es caro el precio que se paga en nuestro país por un litro de combustible? Más allá de la comparación con lo que sucede en el resto del mundo, la respuesta se puede hallar en la realidad económica de cada consumidor.
La opinión generalizada, en especial luego de cada aumento, es que efectivamente son muy altos y que cada vez se apropian de una mayor porción del poder adquisitivo. Sin embargo, la ecuación puede resultar muy diferente si se la compara con los salarios del personal de las Estaciones de Servicio.
Según un relevamiento efectuado por la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos (CECHA), tomando precios de Capital Federal en marzo de 2016 el sueldo de un operario de playa equivalía a 838 litros de nafta súper, en marzo de 2017 representaba 944 litros y en agosto de 2017 o sea el mes que viene cuando se agregue el último tramo del aumento, va a equivaler a 1.058 litros.
De este dato se desprende que con el correr de los meses, las expendedoras debieron vender más cantidad de combustible para hacer frente a los haberes del personal que este año se incrementaron 20 por ciento, mientras que los precios escalaron en enero un 8 por ciento, en abril tuvieron un descenso de 0,1 en naftas y 2,6 en gasoil y en julio treparon 7.2 y del 6 por ciento respectivamente.
Ahora bien, si se observa la relación entre ambos componentes a lo largo de la década, en 2003 el salario de un playero representaba 250 litros, la tercera parte que en la actualidad. Claro que era otro contexto: la devaluación de la moneda y las negociaciones paritarias daban sus primeros pasos, mientras que el país salía de la crisis económica más profunda en toda su historia.
En 2006, en tanto, un jornal mensual se correspondía a 536 litros de súper y 675 de gasoil, dos años más tarde se necesitaban 560 del primer combustible y 648 del segundo y en el 2009 se hacían indispensables 529 de súper y 652 de diesel.
El punto de inflexión se dio en 2010. Fue ese momento cuando el número de litros que se demandaron entregar para abonar el sueldo saltó a 694, lo que representó un ajuste del 31 por ciento.
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