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Una solución doble: ahorrar en el manejo de efectivo y brindar un servicio más a los clientes. Red ATM, la empresa de cajeros automáticos no bancarios ofrece una importante oportunidad para que los empresarios puedan obtener sus equipos y lograr mayor rentabilidad en las comisiones por cada transacción.
Una de las tendencias en el negocio de las Estaciones de Servicio es hacer de ellas un centro multifuncional con diferentes prestaciones que brinden al cliente una experiencia completa y rápida. Además, la realidad obliga a los estacioneros a pensar en cómo hacer que cada metro cuadrado de su planta sea rentable y aporte a la identidad de su marca.
La nueva red de cajeros automáticos, Red ATM, encontró en su misión, resolver dos importantes demandas que existen actualmente en Argentina: aumentar la rentabilidad de los empresarios y agregar puntos de extracción de dinero en las ciudades. Su motor es la estadística de que hoy en día hay 1 cajero cada 3000 habitantes, cuando el ideal es de 1 cada 1100.
Desde que iniciaron su camino, instalaron 44 cajeros automáticos en Córdoba, Mendoza, Salta, Jujuy, Santa Fe, Chubut, grandes ciudades de la provincia de Buenos Aires y CABA. Para noviembre esperan sumar 30 puntos y seguir expandiéndose en más provincias. El 70 por ciento de sus RedATM se encuentran en Estaciones de Servicio y enfatizan en el éxito asegurado.
La gerente general de la empresa, Begoña Pérez de Solay, afirma: “La solución es múltiple: para los operadores el transporte de caudales es verdaderamente un gasto muy alto e implica tiempo y riesgos. Esta es una opción que ayudaría en ese sentido además de aportar una nueva prestación que le sea rentable y genere tráfico en el shop. Todo en un espacio de no más de 1m2”.
La ventaja de que sea no bancario, permite que no solo sea un punto de extracción de dinero, sino que se le pueda agregar otras funcionalidades. Según la ejecutiva, sus clientes optan por ofrecer servicio de préstamos, billeteras y otros más a medida que resultan atractivos para los clientes: venta de boletos, pasajes para micros y entradas a eventos.
“Trabajamos con dos modelos de negocios: el estacionero puede comprar el cajero o solicitar uno a la empresa y esta gestiona un inversor que se haga cargo. Particularmente, tenemos la opción de leasing para aquellos que estén interesados en obtener mayores beneficios. En este caso, la compra se haría en 36 cuotas y, como el operador se convierte en el inversor, obtiene un porcentaje más alto de ganancias por cada transacción haciéndose casi imperceptible el valor mensual”, explica Pérez de Solay.
Si se compra el equipo, la rentabilidad podría variar entre el 50 y el 60 por ciento de lo que genera de ingreso, dependiendo de la cantidad de operaciones realizadas. En el caso de que un inversor intervenga en la instalación, al dueño de la Estación de Servicio le correspondería entre el 20 y el 30 por ciento por cargar el dinero. Asimismo, agrega que se convierten en socios estratégicos ya que atraer clientes significa mayor ganancias para todos los participantes.
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