El polémico economista Javier Milei, aseguró que “desde el Congreso hay posibilidad de legislar para modificar el componente impositivo de los combustibles y así terminar con el control de precios de naftas y gasoil en base a una política fiscal que ataca cuestiones transitorias, contrariamente a lo que pasa en los países desarrollados donde el precio al surtidor sube si aumenta el crudo internacional y baja, si su cotización desciende”.

Reconoció que con esta política “regresiva y totalitaria”, los dueños de las Estaciones de Servicio independientes, se ven impedidos de cuidar por su propia decisión la rentabilidad de sus negocios, ya que a pesar de que se supone que el valor del combustible es libre, las petroleras y el gobierno “presionan con los precios sugeridos”.

El candidato libertario  prometió que de llegar a ser electo legislador nacional, elevará una iniciativa tendiente a “proteger el derecho libre de los estacioneros a conformar sus propios valores de venta para que sean competitivos”.

Afirmó que en la medida que los expendedores puedan tener la libertad de elección sobre el producto que venden, el sector será mucho más exitoso y los consumidores tendrán opciones que nunca tuvieron.

“Es ridículo que mientras cualquier comercio aumenta los precios de sus mercaderías cuando le suben los costos, las expendedoras de naftas se vean impedidas de hacerlo”, agregó.

En ese aspecto, recordó la necesidad que haya una reforma laboral acorde al poder de sostenimiento del empleo de cada expendedor pyme, contrariamente a lo que el gobierno hoy obliga en materia de decretos que prohíben los despidos y encarece al doble las indemnizaciones.

Recordó que “es facultad del Congreso de la Nación, bajar impuestos y es la única manera de que el negocio minorista de venta de combustibles recupere la competitividad y la estabilidad”.

Pero además, al referirse a los importes de las naftas, Milei fue más allá y analizó que “al momento de aumentar precios hay que tener cuidado con el valor nominal, ya que en un país consumido por la devaluación, las escalas no se corresponden con el precio internacional”.