Migración de operadores de PDVsur a otras marcas por falta de perspectivas

Como en cualquier actividad económica, hay empresas que funcionan bien, otras que no despegan. En el sector de los combustibles, el caso de PDVsur, la petrolera que desembarcó en Argentina durante el Gobierno de Hugo Chávez en Venezuela  con promesas de expandirse en el mercado local, refleja una involución constante desde hace años.

Un expendedor minorista que prefirió no ser citado en la nota y comercializa sus productos asegura que son muchos los casos de colegas que están evaluando cambiar de bandera, debido a las nulas expectativas que ofrece la compañía. Sostiene su postura al señalar que “varios que ya se pasaron a otras marcas”. Otros esperan que termine el contrato para presentar ofertas.

¿Cómo se llegó a esta situación? En principio, PDVsur es una de las pocas marcas que no está realizando inversiones para mejorar la infraestructura de sus locales. Tampoco tiene mucho margen para crecer, debido a que no cuenta con refinería propia (compra y vende productos de YPF); tampoco se preocupa por mejorar la logística y reforzar las entregas en el segmento mayorista.

Los proyectos que había anunciado para expandir la red, como hizo en Mendoza tiempo atrás, quedaron en deseos. Lo cierto es que nunca se hicieron realidad y esto fue interpretado como desinterés por el negocio en Argentina, en un contexto incluso positivo para el rubro, con precios en alza y hasta hace poco de incremento de la demanda.

Los datos confirman este panorama desalentador: de acuerdo a información de las cámaras empresarias que representan a las bocas de expendio en octubre del año pasado se registraron 7 establecimientos con venta al público menos que en el mismo mes de 2013. De estas bajas, 2 se relevaron en Buenos Aires, 3 en Córdoba y 2 en Santa Fe. En Capital Federal, Entre Ríos y Chubut, no hubo variaciones. En el resto de las provincias no cuenta con surtidores propios.

Un cambio que afectó a esta red fue el alejamiento de las pizarras de YPF, la insignia más económica de todas. Anteriormente, PDVsur era una de las compañías que más cerca estaba de las referencias de la estatal; con eso le alcanzaba para sostener los despachos. Pero a partir del segundo semestre de 2014, la situación cambió. Ya está pareja con la competencia, pero con la desventaja de que no ofrece beneficios a los consumidores.

Un poco de historia

Hace exactamente diez años atrás, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez desde una tarima que compartía con el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido anunciaba: “Esto está apenas naciendo. Este año abriremos 600 estaciones similares en todo el país“, dijo.

Se trataba de la inauguración de la primera estación de servicio con los colores de PDVSA, ubicada en Avenida del Libertador al 8400, una iniciativa conjunta entre Enarsa y la poderosa petrolera

En un marco netamente simbólico, la primera carga se hizo en dos modelos emblemáticos: el Justicialista, un vehículo con motor Porsche que, a principios de los años 50, construyó Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), y la coupé Chevrolet 39 que utilizó Juan Manuel Fangio en la carrera Buenos Aires-Caracas.

“Hoy nace Enarsa –se entusiasmaba De Vido en su discurso-. Cada litro de combustible que se expenda va a ser parte del patrimonio de todos los argentinos.”