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Un ajuste del tipo de cambio impactaría en el costo del barril de crudo, y en consecuencia, empujaría los precios de las naftas en el surtidor. No obstante, de mantenerse sin variaciones, expertos en energía analizan que no habrá modificaciones en el corto plazo.
Por más que la actividad esté controlada por el Gobierno Nacional, quién fija la cotización en la plaza local a un promedio del 15 por ciento por debajo de las referencias internacionales a igualdad de calidad, los hidrocarburos se valúan en dólares. Por eso es que en el sector siguen con atención lo que ocurre con el dólar blue, ya que en la jornada de ayer rozó los 16 pesos.
Sin embargo, Eduardo Barreiro, licenciado en Química, consultor en temas de Energía y director de la Society of Petroleum Engineers, regional Argentina, aclara que la suba de la divisa en las cuevas porteñas “no afecta” el costo de los combustibles debido a que se rigen por el oficial, regulado por el Banco Central de la República.
“Si no se devalúa el dólar oficial, YPF no va a tocar los precios sustancialmente al menos en el corto plazo”, afirma. Lo mismo dijo Jorge Capitanich, el Jefe de Gabinete, quién en conferencia de prensa durante el último aumento de la petrolera estatal aseguró que no habría subas en lo que queda de 2014.
“Salvo una escalada del petróleo a nivel internacional, lo que es poco probable por ahora; yo diría que el dólar se está revaluando frente a todos los commodities”, sostiene Barreiro.
Por su parte, Miguel Galuccio, el CEO de YPF, confirmó en una entrevista con el diario La Nación concretada semanas atrás que la empresa continuará con la política instrumentada hasta el momento de incrementar los recursos de caja a partir del aporte de socios comerciales, endeudamiento y aumentos de las naftas. Es para derivar a Vaca Muerta y recuperar lo antes posible el autoabastecimiento de energía. Claro que no dio pistas de cuando sería el próximo retoque de las pizarras.
De concretarse una devaluación, en cambio, Barreiro anticipa que desencadenaría un aumento de los costos de producción, por actualizaciones de los insumos importados para la industria petrolera. En las condiciones financieras actuales algunos sectores empresarios no descartan que el Poder Ejecutivo deprecie el peso nacional para potenciar el segmento exportador, estabilizar las reservas y frenar importaciones, a costa de una caída del poder adquisitivo general.
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