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La época de “bolsillos flacos” hizo que disminuya el uso de la variedad premium pero que aumente el aprovechamiento de las promociones en las Estaciones de Servicio.
Previo a los aumentos de los precios en los surtidores, los quiebres de stock y los cambios en el Ministerio de Economía, entre otras cuestiones, la tendencia marcaba que el consumo se orientaba a la nafta de mejor calidad, es decir aquella de grado 3, conocida popularmente como premium.
Pero tras los últimos vaivenes coyunturales que impactaron en el bolsillo de los clientes de las Estaciones de Servicio, la mirada está puesta en la utilización de naftas más baratas (grado 2), a diferencia de lo que ocurría a principio de año.
Para el periodista especializado en temas automovilísticos, Federico Smith, el usuario promedio se pasa hacia la nafta súper por la cuestión económica, como también porque no nota un “gran diferencial” respecto al ahorro de combustible o que el vehículo funcione mejor.
Bajo esta misma línea, planteó que “cada vez se aprovechan más las promociones en las Estaciones de Servicio, ya sea de los bancos, tarjetas, de las propias bocas de expendio o aplicaciones que permiten ahorrar dinero o sentir que la carga de combustible servirá a futuro para otra cosa”.
“Antes, las promos incluían la nafta súper/premium en determinados porcentajes de descuento en ciertos días. Pero ahora, premian más por cargar esta última o directamente no se gratifica nada por la compra de la nafta de grado 2”, agregó en conversación con surtidores.com.ar.
Es decir, remarcó la idea que poco a poco es más notoria la tendencia para tratar de incentivar al cliente a que consuma el producto de mayor octanaje de manera cotidiana, pese a que la época de “bolsillos flacos” no acompañe momentáneamente
¿Qué se puede vislumbrar a futuro? Smith vaticinó que si se mantiene la crisis y además no aumenta el precio de la nafta, las variables del mercado no se verán afectadas, debido a que todos los meses se suman vehículos al parque automotor.
“Con lo cual no debería haber una caída en el consumo de combustible. Aunque si se incrementa el precio, puede haber una merma en la demanda, es decir, que la gente cuide más la nafta”, aseguró.
“Todo está supeditado a la economía nacional, y pese a que considero que la nafta está en desfase con otras variables macro, eso no quiere decir que la gente lo pueda pagar. Hay una tendencia internacional a la alza de precios de los combustibles y aquí sucede lo contrario. Y creo que en el país no aumentan más porque eso se trasladaría a toda la cadena”, aclaró.
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