En términos reales: Los precios de los combustibles en octubre se ubicaron un 20 por ciento por debajo de los valores de febrero

Los precios de los combustibles en surtidor han experimentado una baja en términos reales desde el mes de febrero de este año, según revela un informe de la consultora Economía y Energía, dirigida por el economista Nicolás Arceo. Aunque los derivados han registrado aumentos nominales durante los últimos meses, estos han estado consistentemente por debajo de la inflación acumulada, lo que se traduce en un abaratamiento relativo frente a otros bienes y servicios.

De acuerdo con los datos presentados, los precios de los combustibles en octubre se situaron un 20 por ciento por debajo de los valores alcanzados en febrero, reflejando así una baja en términos reales. Este fenómeno se explica, en parte, por la apreciación del tipo de cambio en Argentina a lo largo de 2024, lo cual ha contribuido a moderar el incremento en pesos en comparación con el alza general de precios en la economía.

Sin embargo, este abaratamiento no significa que el valor del crudo haya caído en dólares en el mercado interno; al contrario, el precio de los combustibles medido en dólares sigue siendo hasta un 25 por ciento alto que el promedio registrado en el período entre enero de 2019 y diciembre de 2023.

El informe señala también una tendencia decreciente en la brecha de precios entre los tipos de combustibles disponibles. Aunque la diferencia entre las naftas y el gasoil ha disminuido en los últimos meses, este último continúa siendo más caro que las naftas, lo que rompe con una tendencia histórica en el país.

Por su parte, la diferencia entre los precios de los combustibles de grado 2 (de menor calidad) y grado 3 (de mayor calidad) se ha mantenido estable en los últimos meses, sin cambios significativos. Este comportamiento indica que, pese a la caída en la demanda de combustibles de mayor calidad, aún no se ha registrado un ajuste en los precios relativos.

Otro aspecto clave que resalta el informe de Economía y Energía es la disminución en la incidencia de las importaciones de combustibles sobre la oferta nacional. La contracción en el consumo ha generado una reducción en la necesidad de importar estos productos, un factor que ha sido relevante en el abastecimiento de años anteriores, contribuyendo a estabilizar el precio de los combustibles en surtidor y reduce la presión sobre las reservas de divisas.