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Si se considera el gasoil sin impuestos, su valor en los surtidores supera incluso al de Uruguay que históricamente fue el más caro.
El informe mensual de la consultora Montamat y Asociados, que analiza la actividad y los precios de la energía en el país, puso como dato principal de esta edición, que la clave para consolidar un verdadero sinceramiento de valores en el surtidor, radica en resolver los costos internos que distorsionan la ecuación local.
Según expresó el exsecretario de Energía Daniel Montamat, a surtidores.com.ar, una vez que se logre estabilizar estas variables nacionales, las naftas y el gasoil, podrían incluso bajar de precio si las condiciones globales así lo permiten, tal como sucede en otros países.
Tal cual destacó su análisis técnico, Argentina atraviesa un cambio económico con impacto en los distintos sectores productivos y en este contexto, el petrolero es uno de los principales protagonistas, con un rumbo definido por la Ley de Bases, que apunta a maximizar la renta e internacionalizar el mercado con precios de referencia mundiales.
Según el expresidente de YPF, el primer paso en la hoja de ruta energética es asumir que Argentina es tomadora de precios del mercado internacional y que aunque estos pueden ser volátiles, existen mecanismos para atenuar la fluctuación.
“Hay que desterrar la idea de que podemos divorciarnos de los precios internacionales por decisiones de política interna de corto plazo“, sostuvo el especialista.
El estudio reveló una baja sostenida en los precios de referencia internacional del crudo. “Si miramos los valores a futuro, vienen cayendo sistemáticamente y se acercan a los 60 dólares por barril para el próximo año“, explicó Montamat.
Recalcó que en este escenario, Argentina está cada vez más alineada con los precios internacionales, “no porque hayamos hecho grandes esfuerzos para internacionalizar los precios internos, sino porque los valores globales han bajado y se han acercado a los nuestros“, señaló. Sin embargo, aseveró que aún persisten costos internos que impiden que los combustibles reflejen plenamente esta tendencia a la baja.
Para Montamat, uno de los principales factores que inciden en el precio local es la actualización del tipo de cambio y la carga impositiva. “En pesos, los combustibles se siguen ajustando por la devaluación del 1 por ciento mensual y por los impuestos que se actualizan con retraso“, consideró.
Concluyó que la solución pasa por acompasar estos componentes con la realidad del mercado global, evitando desvincular los precios internos de los internacionales. Para ello, llamó a que Argentina avance en el camino de mejorar su competitividad eliminando gastos innecesarios en el sector. “Hay ineficiencias en la producción de petróleo, en los costos laborales en boca de pozo y en la logística que encarecen el producto final“, subraya. Resolver estas distorsiones permitirá que el país se posicione como un actor relevante en el mercado internacional.
La convergencia de precios locales con los internacionales ya es evidente en algunos segmentos. En gasoil, los valores están incluso por encima de la paridad de importación en ciertos circuitos de comercialización. En el caso de la nafta, los valores están más alineados con las referencias externas. “Desde el sector petrolero se había dicho que cuando los precios internacionales bajaran, esto se reflejaría en el mercado local. Aún no se ha visto esa repercusión de forma clara”, advierte Montamat.
“Si Argentina logra ordenar su esquema de costos y estabilidad macroeconómica, podremos ver precios que reflejen con mayor claridad la evolución del mercado global“, sentenció.
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