Los precios actuales de los combustibles están cerca de los mínimos registrados en las últimas dos décadas

Durante los primeros meses de 2025, el mercado local de combustibles experimentó una serie de movimientos que revelan tensiones y reacomodamientos entre los precios internacionales del crudo, la política de precios domésticos y el impacto en el bolsillo de los consumidores. Según el informe de la consultora Energía y Economía que dirige Nicolás Arceo, mientras los valores internacionales fluctúan, el precio de la nafta y el gasoil en Argentina todavía se mantiene, en términos reales, por debajo de sus máximos históricos, y esa tendencia habilitó una tenue recuperación del poder de compra de los salarios.

NAFTAS: AUMENTOS EN DÓLARES, CAÍDA EN TÉRMINOS REALES

En el primer trimestre de 2025, el precio de las naftas se incrementó un 5,3 por ciento medido en dólares respecto al promedio de 2024. Sin embargo, en pesos constantes —es decir, ajustados por inflación—, el valor mostró una contracción del 6,3 por ciento, reflejando un abaratamiento relativo frente al resto de los precios de la economía.

En perspectiva histórica, el informe señala que el precio actual de la nafta se encuentra un 20 por ciento por debajo del promedio de los últimos 15 años, y un 36 por ciento por debajo del máximo registrado en 2014. Esto marca un nivel bajo en términos de esfuerzo adquisitivo para los consumidores, especialmente considerando el impacto que tuvo la inflación en otros sectores.

GASOIL: RECOMPOSICIÓN MODERADA, PERO AÚN RETRASADO

El gasoil, por su parte, muestra una recuperación algo más intensa respecto de su situación previa. Su precio en dólares subió un 3,1 por ciento en el primer trimestre de 2025 respecto del promedio de 2024, lo que refleja cierta normalización luego de un período de atraso significativo durante la administración anterior.

Sin embargo, al igual que las naftas, su precio real cayó un 8,4 por ciento en el mismo período. En consecuencia, el gasoil permanece muy por debajo de los valores históricos, tanto en términos nominales como reales. El informe destaca que los precios actuales están cerca de los mínimos registrados en las últimas dos décadas, lo cual tiene efectos dispares sobre la cadena productiva y la recaudación fiscal.

SALARIOS Y CONSUMO: LEVE RECUPERACIÓN DEL PODER DE COMPRA

El dato más relevante desde el punto de vista del consumidor es la evolución del poder adquisitivo del salario registrado en términos de litros de nafta. Luego de una fuerte caída en 2023, cuando la recomposición de precios de los combustibles coincidió con una marcada contracción de los salarios reales, el poder de compra volvió a acercarse a su promedio histórico durante el primer trimestre de 2025.

Según el informe, esta recuperación se explica por dos factores clave:

• La estabilización o retroceso del precio de los combustibles en términos reales.
• La mejora gradual del salario real a lo largo de 2024.

Este fenómeno contribuyó también a un incremento en las ventas de combustibles grado 3, que tienden a estar más vinculados a sectores con mayor capacidad adquisitiva y a consumidores más exigentes con el rendimiento y la calidad del combustible.

Los datos relevados muestran que la estrategia del Gobierno de priorizar la meta inflacionaria por sobre la recaudatoria, al evitar la actualización del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, tiene efectos visibles: se mantuvieron relativamente bajos los precios en surtidor, lo que ayudó a recomponer parcialmente el poder de compra del salario y a sostener la demanda interna.

No obstante, esta decisión implica también una menor recaudación fiscal, y deja al sistema en tensión ante posibles subas internacionales del crudo, como las que podrían derivarse de nuevos recortes o incumplimientos de cuotas por parte de los países de la OPEP+, según se menciona en otras secciones del informe de la consultora Energía y Economía.