Los números que fundamentan la negativa al reclamo de taxistas de bajar el precio del GNC

Alejandro Martorell, secretario de la Cámara de Expendedores de Salta (CESECA) asegura que “Salta no tiene el precio más alto del GNC”, sino que se encuentra cercano al promedio de la región, de acuerdo a información publicada en la página de la Secretaria de Energía de la Nación. “No se entiende la queja de los taxistas”, cuestiona el dirigente.

En un comunicado de prensa, la entidad planteó: “más del 50 por ciento de los insumos de seguridad y mantenimiento de los equipos que intervienen en el proceso de transformación del Gas Natural en Gas Natural Comprimido (GNC) son importados. Los costos de los mismos sufrieron incrementos durante el transcurso del año 2014 de entre el 15 por ciento y el 25 por ciento en dólares”.

Martorell sostiene que “la relación entre el precio de un litro de Nafta Súper y un metro cúbico de GNC es la más baja en años”. Históricamente el fluido costaba un 50 por ciento que el combustible líquido, pero “hoy observamos que cuesta aproximadamente un 38 por ciento”. Asimismo, agrega que “se observa un pico en el número de conversiones de autos a GNC, lo que demuestra lo conveniente que es su utilización”.

Por otra parte, de los 5.25 pesos que cuesta el gas en las estaciones del norte, en CESECA indican que “más del 40 por ciento del precio al público está conformado por impuestos Nacionales, Provinciales y Tasas Municipales, directos e indirectos”.

A modo de conclusión, el parte de prensa de la entidad señala: “Finalmente cabe resaltar que es imposible negar que estamos en medio de un proceso inflacionario cuyas variables según distintas fuentes rondarían un 40 por ciento anual. Contra esto el GNC aumentó la mitad, es decir, un 22 por ciento anual, mientras que la bajada bandera de los taxis creció un 25 por ciento en diciembre del 2013 y un 17 por ciento en el mes de Julio de 2014, por lo que lleva acumulado un aumento del orden del 54 por ciento”.

Cabe agregar que los comercios se vieron afectados por los congelamientos y controles del valor en surtidor de los últimos años, la escasez de productos como consecuencia de la crisis energética y las suspensiones de suministro de gas, factores que trajeron como consecuencia graves inconvenientes de rentabilidad. “Esto se demuestra claramente, porque el país pasó de tener casi 7.000 estaciones a 3.819 a la fecha. Esto significó la pérdida de más de 45.000 puestos de trabajo”, manifestaron los empresarios.