Por seguridad
El Convenio Colectivo de Trabajo que nuclea a los empleados del sur del país que pertenecen al SMATA expresa en su articulado la restricción de su uso dentro del horario laboral. “Si no lo hacen los clientes tampoco los operarios”, manifestaron desde la agrupación.
La seguridad e higiene en el trabajo se mete cada vez más de lleno en las reglamentaciones. En este caso una novedad es la prohibición por parte de los empleados del uso del celular dentro del horario en que deben cumplir sus tareas expresada en un Convenio Colectivo.
Es el caso del acuerdo suscripto entre el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la república Argentina (SMATA) y la Asociación de Estaciones de Servicio del Sur (ADESS), seccional Bahía, conforme a lo dispuesto en de la Ley de Negociación Colectiva N° 14.250.
El mismo establece en su artículo 10º el impedimento de utilizar este tipo de dispositivos dentro del horario de trabajo. “Si los clientes no pueden tampoco deben hacerlo los empleados”, afirmaron desde la secretaria gremial de la agrupación.
Si bien la restricción no está incluida en ninguna normativa de seguridad, lo cierto es que en todas las estaciones de servicio se advierte que no debe utilizarse en proximidad de los surtidores. El temor se origina en que una chispa proveniente del teléfono en contacto con los gases que emana el combustible pueda provocar una explosión.
La mayoría de los fabricantes de móviles recomiendan en los manuales del usuario que acompañan los distintos modelos que no sean manipulados en “atmósferas potencialmente explosivas“. Lo aconsejan, por ejemplo, Apple para su famoso iPhone, Sony Ericsson, Samsung y Motorola, entre otros.
Sin embargo, desde la FCC, Comisión de Comunicaciones de Estados Unidos, el órgano encargado de revisar las normas de seguridad de móviles de telecomunicaciones, apuntan que la alerta quizás sea una exageración.
La FCC indica en su página oficial que muchos manuales de teléfonos celulares recomiendan no encenderlos o contestar llamadas cerca de vapores inflamables debido a riesgo de una ignición. Se ha señalado que hubo explosiones provocadas por una chispa al encender alguna función, como llamar o activar la pantalla.
En realidad, la probabilidad de que el aparato emita una chispa con tales características para provocar un incendio es remota, dice la FCC. “La industria inalámbrica ha realizado estudios sobre el potencial de los teléfonos para crear chispas que posiblemente podrían incendiar materiales inflamables. Los estudios generalmente concluyen que aunque sea teóricamente posible que una chispa de una batería de teléfono pueda encender el vapor de gas bajo condiciones muy precisas, no se ha registrado y documentado un incendio dónde el móvil haya causado en realidad la explosión”, apunta el organismo.
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