Los estacioneros bonaerenses profundizan el alerta por el desabastecimiento

El déficit de aprovisionamiento que los estacioneros sin contrato con las petroleras vienen sufriendo desde la disparada de precios de los combustibles, se profundiza cada día y la ciudad de La Plata y zonas aledañas, no están exceptuadas de las consecuencias.

“Todos los días recibimos a nuestros colegas y asociados que vienen con la necesidad de que podamos mediar con las autoridades y las compañías proveedoras para conseguirles algo de producto ya que, con la implementación de cupos y el corte de las entregas, se les hace muy difícil seguir”, comentó a surtidores.com.ar, el Presidente de UENYA, Juan Carlos Basílico.

El dirigente estacionero que además se desempeña como tesorero de la Federación de Entidades de Combustibles, recordó que realizaron un pedido formal al Ministro de Energía Javier Iguacel que espera contestación, con la intención de plantearle al funcionario varios temas que hacen al sostenimiento de la actividad.

“No queremos más cierres de Estaciones de Servicio, muchas de las cuales son empresas familiares de más de 30 años de existencia y que con cada impacto económico, ven como se les escapa la esperanza de mantener la fuente laboral de muchos empleados que comparten los buenos y malos momentos con patrones y clientes”, recalcó Basílico.

Agregó: “Somos cientos de argentinos con la vocación de las Estaciones de Servicio, que muchas veces es una tradición que los abuelos le trasladan a los padres y los padres a sus hijos y en la cual, los empleados son parte del núcleo familiar y de los afectos que se comparten diariamente en el trabajo en cada establecimiento”.

Vale destacar que el pasado 3 de julio ambas entidades de la provincia de Buenos Aires, mandaron una carta a Iguacel en la cual detallaron la intención de ponerlo al tanto sobre una cantidad de puntos específicos que según ellos, “son de vital importancia para solucionar el problema de los expendedores independientes”.

Puntualizan no solamente la restricción de suministro de nafta y gasoil que golpean más directamente a las operadoras “blancas”, sino también, de las variables tributarias que recortan la escasa rentabilidad del sector y la alta concentración del mercado minorista de venta de combustibles, que viene dándose desde larga data, con la desaparición de más de tres mil bocas de expendio en todo el país.