Los cursos de capacitación para empleados de Estaciones de Servicio aportan a la inclusión laboral y social

Cada año crece la matrícula de aspirantes a la Escuela de Formación de la Mutual 27 de Agosto que el Sindicato de Estaciones de Servicio, Garages y Playas de Estacionamiento posee en el barrio porteño de San Cristóbal.

En los cursos de esta última mitad del año, los inscriptos superan los 300 y todos, sin distinción de género, nacionalidad, experiencia o edad, reciben los conocimientos necesarios tanto para comenzar su futuro laboral en el sector estacionero, como también para perfeccionarse y lograr las bases de un crecimiento dentro del oficio.

Los ingenieros encargados de la currícula destacaron que los asistentes “interactúan directamente con el cuerpo de 12 docentes profesionales que intercambian experiencias en el campo de aprendizaje, lo cual, a muchos de los alumnos les genera un cambio positivo a nivel personal que les incrementa la confianza en sí mismos para encarar nuevos desafíos laborales”.

Tal cual lo recalcado desde la escuela, este aporte de conocimientos además favorece el crecimiento de las empresas pymes en las que se desempeñan los alumnos o esperan ser tomados en sus nuevos empleos y ayuda a enfrentar momentos de crisis laboral, favoreciendo además la especialización que redunda en una mejor relación con la patronal.

Los clientes a su vez, reciben de parte del playero, encargada o del personal de la tienda de conveniencia, un trato diferencial acorde a los tiempos que corren en donde la competencia y la oferta de servicios es la base del negocio de las expendedoras de combustibles.

“No cabe duda que un empleado bien formado y preocupado por su perfeccionamiento es un plus interesante para nuestra actividad cotidiana y como empresarios sentimos que también significa una inversión en la atención integral de nuestros clientes”, dijo a surtidores, Juan Carlos Basílico desde la Unión de Estaciones de Servicio de La Plata.

Vale destacar que el Sindicato valora el concepto de que el efecto más directo de los cursos de perfeccionamiento con el acuerdo de las entidades empresarias y las compañías petroleras, eleva el nivel de profesionalismo que finalmente produce grandes beneficios tanto a los trabajadores, como a los mismos operadores.