Los combustibles se alinearon con el mercado internacional y ya no presionan sobre la inflación

Las pizarras de las Estaciones de Servicio comienzan a estabilizarse. Tras meses de fuertes ajustes, los precios de los combustibles muestran un comportamiento moderado, y según el economista y exfuncionario Daniel Montamat, esta tendencia se explica por el proceso de alineamiento con las referencias internacionales.

Ese movimiento acotado será clave para el índice de precios al consumidor de junio —que se conocerá en julio—, y donde el Gobierno nacional apunta a quebrar el umbral del 1 por ciento mensual. “Esto significa que tanto el gasoil como la nafta van a tener poca repercusión”, recalcó el exfuncionario en diálogo con surtidores.com.ar, una noticia que brinda oxígeno a los operadores de Estaciones de Servicio, preocupados por la volatilidad de la demanda cada vez que se producen aumentos abruptos.

El informe de Montamat & Asociados remarcó que  los surtidores habían registrado bajas significativas: 2 por ciento en naftas, 3 por ciento en gasoil, y hasta 8 por ciento en los productos premium. La reducción respondió a que los precios locales estaban por encima de las paridades internacionales, especialmente en el caso del gasoil, y también a la caída del precio del petróleo crudo, que se derrumbó incluso por debajo de los 60 dólares por barril en el mercado internacional.

“Aquí bajaron los precios de los combustibles porque cayó el valor del petróleo en el mercado internacional. Después hubo un pequeño reajuste que se debió justamente a la recomposición de los precios de los biocombustibles que van mezclados con la nafta y con el gasoil”, explicó Montamat. En efecto, durante el cierre de mayo el bioetanol subió un 2 por ciento y el biodiésel un 5 por ciento, lo que justificó un rebote del 1 por ciento en los precios al público.

Desde la perspectiva de costos, la consultora detalló que el gasoil grado 2 se ubicó en mayo apenas un 1 por ciento por encima de su paridad de importación, mientras que la nafta súper se encuentra un 6 por ciento por debajo.

Este fenómeno pone a los combustibles argentinos en línea con los precios internacionales, aunque todavía con algunas distorsiones regionales. Según Montamat, “cuando se miran los números de la región, el gasoil común argentino continúa siendo el más oneroso luego de Uruguay, mientras que la nafta súper queda por debajo de Brasil, Uruguay, Chile y Perú”.

De acuerdo a Montamat, para los estacioneros, el consumo se estabiliza gracias a precios más previsibles y facilita la planificación comercial. “Está claro que ya estamos alineados en materia de petróleo y derivados con las referencias internacionales”, afirmó el entrevistado, aunque advirtió que el cuadro completo aún tiene algunos cabos sueltos.

Una de esas piezas tiene que ver con la política energética nacional. El informe advierte que “la falta de definiciones sobre las reglas de juego en el mercado petrolero siguen en pie”. En particular, Montamat mencionó que todavía no se ha definido si se implementará o no el Decreto 1057/24, que regula la prioridad de abastecimiento para el mercado interno. “La incertidumbre regulatoria sigue siendo un factor que condiciona”, sostuvo.

Otra variable clave en el ajuste de precios es la evolución del tipo de cambio. En tanto los combustibles son productos referenciados en dólares, cualquier modificación puede repercutir directamente en el precio en surtidor. En este sentido, Montamat explicó: “cuando había un crawling peg, con un ajuste del 1 por ciento mensual, los precios se movían automáticamente. Hoy, con un dolar estable, esa presión desaparece”.

Finalmente analizo que el componente impositivo también incide. En ese sentido recalcó que “hay una ralentización en el ajuste”, y agregó que el Gobierno evita avanzar con estas actualizaciones para no comprometer la meta de desacelerar la inflación.