Una Estación de Servicio trabaja los 365 días del año sin parar. Difícilmente, una actividad tan intensiva como esta, esté exenta de que sus empleados cometan errores involuntarios, los cuales, muchas veces terminan en conflictos que deben dirimirse frente a los estrados judiciales.

El abogado y asesor legal de la Asociación Estaciones de Servicio (AES), Luis Navas, enumera algunas de las discrepancias habituales que se generan en la operatoria diaria y que finalmente concluyen en un Tribunal.

“Uno de los más frecuentes ocurre cuando se carga el combustible equivocado; trae como consecuencia un costo muy alto si no se detecta antes de salir de la estación”, sostiene.

“Otro de los usuales se da cuando el consumidor va a realizar el pago y no le aceptan tarjeta de crédito; hay una discusión fuerte entre el playero y el consumidor, porque muchas veces no tiene tarjeta de débito y tampoco efectivo”, agrega Navas.

El letrado explica que también se producen situaciones complicadas cuando la oblea de GNC venció el mes anterior. “Es común que se produzcan discusiones sin razón cuando el trabajador le niega la carga al cliente aunque hayan pasado pocos días del vencimiento de la oblea, incluso hay casos que llegan a hechos de violencia física que requieren intervención policial”, precisa.

Navas detalla otros sucesos, que provocan enfrentamientos pero que no llegan a ser tan gravosos como para revolverse ante los magistrados:

• Cambio de turno: es habitual ver en ese lapso cómo el consumidor se pone nervioso porque no le despachan y tiene que esperar.
• Cuando la manguera se apoya en el vehículo: muchos consumidores discuten con el playero cuando la manguera se apoya en el techo o en la luneta trasera del vehículo porque la boca de carga no está próxima al surtidor.
• Falta de barbijos: los consumidores que se bajan del vehículo sin barbijos o mascarillas. Cuando el playero le advierte se generan discusiones de todo tipo.
• Zona de ubicación del cliente en el GNC: cuando el consumidor se ubica en la parte trasera del vehículo al momento de la carga y no hace caso a las indicaciones del playero:

“Por más que parezcan circunstancias leves, muchas de ellas tienen una derivación legal que puede concluir en el cierre de la Estación de Servicio”, enfatiza Navas y ejemplifica: “En el caso del GNC, la acumulación de faltas provoca la inhabilitación del establecimiento para despachar gas”.