Demanda en baja
Los expendedores esperan la recuperación plena de los permisos para circular, lo que les infundirá el regreso de los coches de alquiler, principales clientes de las bocas de gas para automotores.
Acompañados por la liberación de las actividades cotidianas en la post pandemia, junto con los acuerdos alcanzados a nivel regional en materia de precios y abastecimiento luego de la aplicación de las modificaciones del gobierno nacional para la operatoria del gas automotor, las Estaciones de Servicio esperan recuperar el 30 por ciento de déficit de expendio que aún tienen en promedio.
Desde la Cámara de Expendedores de La Rioja hicieron un cálculo sobre el retraso en los niveles de metros cúbicos despachados durante el último mes de septiembre y arrojó un resultado aún negativo.
Sin embargo, la expectativa está centrada en la vuelta de los alumnos a las clases presenciales, que ya puso en las calles a la totalidad de los transportes escolares y automóviles familiares que utilizan este combustible.
En cuanto a la clientela más masiva que tienen los estacioneros de GNC, destacaron que son los taxis y remises, aquel segmento que aún falta recuperarse, debido a que todavía continúan en La Rioja las restricciones al horario y aforo en los boliches bailables y lugares de esparcimiento nocturno.
“Son estos vehículos los que más trabajan en la movida de la provincia, pero por el momento no está todo habilitado, lo cual nos deja por debajo del punto de equilibrio a la hora de cerrar las cuentas de costos y rentabilidad”, admitieron en la entidad.
Recordaron que el sector GNC en provincias como La Rioja fue muy castigado por la crisis sanitaria, lo que llevó durante los meses más crudos del aislamiento preventivo obligatorio a gestionar la corrección de los factores de costos para poder mantener el negocio a flote en un contexto de incrementos de gastos fijos que representan la electricidad, la distribución de gas y los sueldos de los empleados.
Estos intentos se lograron de manera parcial, ya que en su momento se pudo reformular la Reserva de Potencia eléctrica, aunque no sucedió lo mismo con la Reserva de Capacidad para las facturas de gas, con lo cual, “la distorsión de la rentabilidad se tornó inmanejable, con consecuencias de pérdidas económicas que se sienten aún hoy”, puntualizaron los directivos.
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