Transición energética
Dos especialistas del sector reconocieron que no influenciará en la inmediatez, pero sí a largo plazo si se implementan políticas energéticas y beneficios que la incentiven.
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania intensificó las preocupaciones por la dependencia por el petróleo, teniendo en cuenta que desde que inició la guerra el precio del Brent escaló a más de USD 100 (incluso rozó los USD 140 en los primeros días de marzo), lo que impactó directamente en el abastecimiento de combustible en las Estaciones de Servicio de Argentina.
Y ante el avance de la movilidad sustentable a nivel mundial, surtidores.com.ar se contactó con dos expertos del sector para conocer si esta crisis energética puede influenciar a que haya más vehículos y cargadores eléctricos en el país.
Pero tanto Nicolás Capello, director de Vulletic, como Diego Cosentino, especialista en Movilidad Sostenible / e-Mobility, no ven alguna repercusión inmediata o en el corto plazo, pero sí con el transcurso de los años.
“Dependerá de las políticas de largo plazo que incentiven la compra de autos eléctricos, que haya más oferta y la inversión de infraestructura, además de cómo sea la matriz energética. Si la energía es generada a partir de sistemas solares o eólicos, podría reemplazar la importación de gasoil, pero si continuamos necesitando combustibles fósiles para generar la electricidad que consume la recarga, estaríamos en la misma situación”, sostuvo Capello.
Mientras que Cosentino consideró que, si bien el aumento del precio del crudo no será un paliativo, sí acelerará la transición hacia vehículos cero emisiones, sumado a que cada vez los usuarios de la región poseen mayor interés en este tipo de tecnologías.
“No se dará esa transición a corto plazo. Aunque también hay que decir que hubo un incremento en los precios de los componentes principales para las baterías. De todos modos, la ecuación termina siendo favorable y lo veo como una oportunidad para reducir las importaciones de combustible y la generación a partir de fuentes renovables en el futuro”, manifestó.
“En un mediano plazo, empujado por la crisis, seguramente acelerará la tendencia hacia la electromovilidad e incluso se mantendrá la producción de baterías. Y creo que el punto de equilibrio es 2026, a pesar de la situación que vivimos ahora, donde se pueda circular con un auto eléctrico y uno de combustión en valores similares”, agregó.
Pero cabe recordar que, en reiteradas ocasiones, diversos especialistas del sector plantearon que se deben implementar el marco legal para un mayor uso de vehículos de dicha índole, así como también para la promoción de instalación de los puntos de carga, además de cómo y a qué precio se comercializará la energía. Normativa que hoy se encuentra a la espera del debate del proyecto de ley de movilidad sustentable, en el cual las Estaciones de Servicio quedaron al margen.
Acivar/desactivar voz
Leer página