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Gustavo Salerno, líder de E-Mobility Business Development en Scame Argentina, analiza los retos del sector y anticipa estrategias para consolidar la infraestructura de carga en el país.
La transición hacia la electromovilidad sigue enfrentando desafíos en Argentina, donde los altos costos de los vehículos eléctricos y la falta de incentivos para su importación dificultan el crecimiento del mercado. Gustavo Salerno, responsable de desarrollo de negocios de movilidad eléctrica en Scame Argentina, compartió en diálogo con surtidores.com.ar su visión sobre las perspectivas para 2025 y los pasos que la empresa está tomando para fortalecer su posición en el sector.
El especialista reconoció que los cargadores de corriente continua, esenciales para cargas rápidas, no han tenido una buena aceptación durante este año. “Los precios elevados y la depresión del mercado han limitado su adopción. Estamos a la espera de que más actores, especialmente las automotrices, se involucren. Una reducción en los aranceles de importación sería clave para incrementar la presencia de vehículos eléctricos e híbridos enchufables en el país”, afirmó.
En lo que respecta a las Estaciones de Servicio, Salerno señala que aunque este segmento enfrenta barreras, destaca que en Europa, Norteamérica y China los equipos de producción italiana que representa Scame están logrando un buen nivel de ventas. Sin embargo, en Argentina, otros competidores han ganado terreno con acuerdos estratégicos que dificultan una mayor penetración de este tipo de dispositivos.
Frente a este panorama, Scame ha decidido concentrar sus esfuerzos en el mercado de cargadores de corriente alterna, más accesibles y adecuados para espacios públicos y privados. “Estamos bien posicionados en cargadores domiciliarios y para lugares como teatros, hoteles y shoppings. Apuntamos a este mercado porque es el de mayor volumen y donde vemos una oportunidad real de crecimiento“, explicó Salerno.
Para 2025, la empresa enfocará sus recursos en atender las necesidades de usuarios finales y desarrollos inmobiliarios, como condominios, que representan un sector en expansión. “Estamos trabajando en mejorar nuestros productos y reducir costos, con el objetivo de ser más competitivos en 2026. Ese año esperamos consolidar nuestra presencia en el mercado con precios más accesibles“, adelantó.
Uno de los principales obstáculos para la expansión de la electromovilidad en Argentina es el costo de los equipos y vehículos. “Los cargadores de corriente alterna que producimos se están vendiendo muy bien en mercados internacionales, pero aquí enfrentamos desafíos adicionales, como el poder adquisitivo y la falta de acuerdos de largo plazo con actores locales“, sostuvo.
Para Salerno, la solución pasa por una mayor colaboración entre empresas del sector y políticas públicas que impulsen la electromovilidad. “Necesitamos incentivos concretos para que el mercado pueda desarrollarse, no solo a nivel de infraestructura, sino también en la disponibilidad de vehículos eléctricos accesibles“, remarcó.
Pese a las dificultades, Salerno se muestra optimista sobre el futuro del sector. “El 2025 será un año clave para afinar nuestra estrategia y mejorar la competitividad de nuestros productos. Creemos que la progresión será constante y que en 2026 veremos un cambio significativo“, concluyó.
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