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Los cambios radicales de políticas que impactaron este último año en el ámbito de la venta minorista de combustibles, no solo redefinieron las estrategias de las grandes compañías de bandera, sino que también puso en manos de los estacioneros y mayoristas más opciones para fortalecer su negocio en un entorno cada vez más dinámico y exigente.
La modificación de las reglas del juego del sector expendedor parecería haber generado un renovado interés de las compañías petroleras por ampliar su red de operadores. Esta situación abrió nuevas oportunidades para los empresarios PyME de Estaciones de Servicio, quienes ahora cuentan con una oferta más competitiva de contratos de abastecimiento.
En este nuevo marco, la dirigencia del sector sugiere que los expendedores se mantengan atentos a las dinámicas comerciales, ya que de acuerdo a datos de las entidades de la actividad, se espera que entre 2025 y 2026 se presenten proyectos que podrían redefinir el panorama del combustible en Argentina.
Pedro Llorvandi, dirigente de la Cámara de Expendedores de Subproductos del Petróleo y Anexos de Santiago del Estero (CEPASE), destacó estas transformaciones en diálogo con surtidores.com.ar y comentó que las petroleras están interesadas en salir a buscar nuevas bocas, especialmente aquellas con volúmenes de venta atractivos. “Esto ha generado un repunte en la demanda de estaciones sin bandera interesadas en formalizar alianzas”, analizó.
Para los estacioneros asociados a una petrolera, la calidad de las relaciones comerciales es un factor determinante para permanecer. Según el referente santiagueño, los operadores tienden a mantenerse fieles si cuentan con un buen nivel de atención, soporte comercial y herramientas de marketing competitivas. Sin embargo, explicó que cuando estas condiciones se deterioran, comienzan a surgir problemas.
“Hemos visto casos de migración de Estaciones de Servicio hacia otras marcas debido a relaciones comerciales deficientes. Esto no ocurre por la calidad del producto o el abastecimiento, sino por la falta de reconocimiento y apoyo al empresario”, explicó.
En otro orden de cosas, el entrevistado observó que el segmento de estaciones sin bandera, también conocidas como “blancas“, ha experimentado una notable evolución.
“Por un lado, están los estacioneros que prefieren no comprometerse con grandes petroleras, priorizando la autonomía. Por otro, existe un creciente interés entre algunos colegas por asociarse con marcas reconocidas, motivados por la necesidad de aprovechar la infraestructura y las estrategias de marketing que estas ofrecen”, opinó Llorvandi.
En tercer término, consideró que un fenómeno similar se observa en el ámbito mayorista. Informó que a su entender, en zonas agrícolas, muchos prefieren operar sin una bandera, adquiriendo combustibles al mejor postor, mientras otros valoran la seguridad y confianza que una marca puede brindar a sus clientes.
“El empresario debe analizar si le conviene o no asociarse a una compañía reconocida. Esto depende en gran parte de su ubicación y del nivel de confianza que ya tiene en el mercado local”, argumentó el dirigente.
Finalmente se refirió a las expectativas de los colegas del norte de la Argentina respecto de la situación de la petrolera Refinor, que cuenta con más de 70 estaciones en la región, 10 de ellas ubicadas en Santiago del Estero. Llorvandi subrayó la importancia de garantizar la continuidad operativa y el diálogo con potenciales nuevos propietarios.
“Es esencial evitar que la venta se traduzca en el cierre de Estaciones de Servicio para priorizar únicamente el negocio mayorista, lo que tendría un fuerte impacto en la economía regional”, advirtió.
“Desde CEPASE, trabajamos para garantizar que nuestros asociados estén preparados para aprovechar estas oportunidades y consolidar el crecimiento del sector en la región”, concluyó LLorvandi.
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