La mezcla de naftas con etanol genera problemas en algunos vehículos y las estaciones de servicio reciben las quejas

Casi un mes pasó desde que las compañías petroleras comenzaron a distribuir naftas mezcladas con un porcentaje de entre el 5 y el 10% de bioetanol tal lo dispuesto por la Ley 26.093 que estableció el régimen de regulación y promoción para la producción y uso sustentables de Biocombustibles. 

El tiempo transcurrido fue suficiente para que ciertos automóviles, la mayoría de varios años de antigüedad, acusen el impacto del corte. Denuncian falta de potencia, obstrucciones en el carburador y rotura de mangueras entre otros problemas, aunque algunos apuntan directamente a roturas de motor. 

Según opinan los especialistas, el motivo que ocasiona este tipo de inconvenientes es la escasa presencia de alcohol anhidro que requiere tener por lo menos 99.5 grados Gay Lussac, pero el que se produce en el país sería de una calidad inferior (por un tema de costos) ocasionando su separación con la nafta y de allí se originarían las fallas mecánicas en los vehículos debido a la gasificación en la bomba. 

Otra de las cuestiones puntuales  es la presencia de agua en los tanques subterráneos ya que su aparición podría afectar su estructura e impactar en la normal operación de los motores a los cuales se destina, entre ellos problemas de corrosión y sellos. 

Lo cierto que más allá de la composición de los combustibles las quejas la reciben los estacioneros. Los usuarios los culpan de las roturas y los hacen responsables causándoles más de un disgusto, a veces haciéndose cargo de los gastos mientras que ocasiones debiendo dejar de expender hasta tanto se determine las características del combustible despachado.